Para compensar el impacto que su producción tiene en el medio ambiente, los smartphones deberían tener un promedio de vida útil de alrededor de 25 años, en contaste con los tres años que duran en la actualidad.
Según un informe de la European Environmental Bureau (EEB), una organización de ciudadanos para proteger el medio ambiente en aquél continente, la fabricación de smartphones es lo que causa un mayor impacto ambiental en Europa, con respecto a la elaboración de otros aparatos electrónicos.
La fabricación, distribución y eliminación de los teléfonos inteligentes contribuye en un 72 por ciento a la crisis ambiental de lo provocado por los otros dispositivos en el medio ambiente.
Esto, informaron, podría reducirse con el simple hecho de extender su vida un año más, es decir que en lugar de durar 3 años, su vida actual media, lo hicieran 4, pues se evitaría producir al rededor de 4 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.
Aunque lo ideal sería realmente que los teléfonos duraran 25 años, los expertos aseguran que si estos “vivieran” tres años más de lo que regularmente lo hacen, el ahorro al medioambiente sería de 4.3 millones de toneladas de CO2; mientras que si lo hicieran cinco años más el impacto sería de 5.5 millones de toneladas menos.
cjr