Llega a México tecnología para regeneración del tejido cerebral

Cytotron

El tratamiento identifica células cancerígenas para apagarlas o sustituirlas por unidades sanas.

Aparato para el tratamiento. (Octavio Hoyos)
Blanca Valadez
Ciudad de México /

El Hospital Infantil de México (HIM) Federico Gómez será el primero en el mundo en realizar protocolos de investigación basados en radiofrecuencias para detener y destruir tumores malignos. Este esquema “programará la muerte acelerada” de células cancerígenas en el sistema nervioso de niños con cuidados paliativos.

Eduardo Barragán, jefe del Departamento de Neurología del HIM, anunció la inauguración de la Unidad de Neuroinvestigación Tecnológica, la cual cuenta con la tecnología Cytotron, patentada y desarrollada en India por el científico Rajah Kumar, que con radiofrecuencia identifica el código o número de serie de células malignas para apagarlas o activar las sanas en su lugar.

En este primer protocolo, 30 niños en etapa paliativa recibirán, por 28 días durante una hora diaria, estímulos de radiofrecuencia.

“El método destruye células tumorales de cualquier parte del organismo, ya sea el sistema nervioso, el hígado, el cerebro o el páncreas. No cura el cáncer pero sí eleva la calidad de vida de los pacientes que no acceden a fármacos para reducir el dolor”, aclaró.

UN CASO ÚNICO

En India, Lucca, de siete años, se convirtió en el primer infante mexicano con parálisis cerebral y epilepsia refractaria que utilizó el Cytotron. Recibió dos sesiones en julio y noviembre de 2017 que regeneraron tejidos cerebrales.

"Con la radiofrecuencia logramos reconectar partes del cerebro que no tenía habilitadas, comenzando por el habla y la habilidad de succionar, comer y estar atento; además, se logró reducir las epilepsias 60 por ciento", dijo su madre, Bárbara Anderson.

Ella y el director general de Scienta Farma, Ricardo Autrey, se encargaron de promover el traslado a México del Cytotrón para ayudar a niños de escasos recursos. En 2019, el HIM arrancará otro protocolo con 40 infantes con parálisis cerebral y epilepsia refractaria, para que medio millón obtenga beneficios parecidos.

"No solo es recuperar el tejido sino a un hijo; pienso en la cantidad de mexicanos que lo van a tener antes de cualquier otro lugar", concluyó Anderson.

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