Entre Aulas
Laura Weber
Licenciada en Educación FamiliarCertificada como Life Coach en desarrollo humano
Estamos en el año 2019, con un sistema educativo creado hace 200 años, nuestros hijos están saliendo de las escuelas, incluso de las mejores universidades, y no tienen competencias prácticas para la vida.
El sistema educativo actual se creó a partir de la Revolución Industrial, lo que se requería era que la gente pensara lo menos posible y sobre todo, que no se equivocara, ya que el error era castigado porque representaba pérdidas económicas.
En el siglo XXI, la tecnología ha remplazado en gran parte la mano de obra, las cosas han cambiado y, como sociedad, seguimos educando en la forma del pasado.
La primera escuela
El problema con la educación es responsabilidad en conjunto de la familia, la escuela y la sociedad.
En los años noventa, los padres de familia tenían tres veces más tiempo para criar a los hijos; hoy, los hijos se están educando prácticamente solos.
Estudios comprueban que menos del 7 por ciento de los padres en el mundo saben gestionar emociones, lo cual quiere decir que el 93 por ciento de las familias no saben enseñar algo tan importante y básico para la vida, por lo tanto, ¿cómo pedirle a un padre o una madre que le enseñe a su hijo cómo gestionar sus emociones, si a él nunca le enseñaron.
Los padres continuarán representando el papel principal en la educación de los niños. La intención y el propósito de la escuela debe ser alentar a esos mismos niños, desde la edad más temprana, a que analicen estos valores, a que aprendan cómo usarlos, aplicarlos, cómo volverlos funcionales y cuestionarlos. "Los padres que no quieren que sus hijos cuestionen sus valores no aman a sus hijos, sino más bien se aman a sí mismos a través de sus hijos". Las escuelas están separadas de las ideas de los padres, sobre todo de aquellas que podrían resultar erróneas, por esa razón la escuela es el segundo lugar más importante en la formación de una persona.
La escuela
La neurociencia dice que el conocimiento se adquiere por medio de los sentidos, el cerebro de los niños es privilegiado porque se le puede enseñar mucho si se le enseña a pensar, pero la escuela no le enseña a pensar sino que le enseña cosas y las cosas se olvidan.
El método de enseñanza del sistema educativo escolar actual es mayormente la memorización de datos.
La sociedad promueve que la educación es la llave para “ser algo en la vida”. Los niños, niñas, adolescentes y jóvenes tienen que estudiar, ésa es su función: “formarse para el futuro”, sin proponer, sin quejarse, sin crear, sin opinar, sin ser casi tomados en cuenta.
No se quiere que los jóvenes saquen sus propias conclusiones. Se requiere que lleguen a las mismas conclusiones que ya existen porque si no están mal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) detecta un promedio de mil 200 suicidios al año relacionados con estrés educativo. Competencia, buenas calificaciones, memorización, comparación, tareas, no cumplir con las expectativas de la institución en estas cuestiones se ha convertido para muchos alumnos en el mundo un sinónimo de fracaso.
En conclusión, lo que se necesita es la creación de un nuevo sistema educativo mundial, en el que coadyuven, la familia, la escuela y la sociedad, que dote a los individuos de las habilidades que necesita para vivir plenamente de acuerdo con la época y las necesidades actuales.