Vasos, termos y tazas Stanley se hicieron populares en las redes sociales por su diseño, colores y calidad, en México incluso recibieron una buena calificación por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), sin embargo, ahora la opinión sobre ellos parece haber hecho un viraje de 180° luego de que se diera a conocer que contenían plomo.
Esto fue confirmado por un portavoz de la propia empresa, quien en un programa televisivo estadounidense admitió que durante la fabricación se hacía uso de este tóxico metal.
- Te recomendamos Termos Stanley tienen plomo: Fabricante revela presencia en productos ¿es peligroso? Internacional
Sin embargo, aclaró que el plomo se encuentra recubierto y protegido por las capas de acero, lo que evita la exposición directa con él, lo cual le permite "cumplir con los requisitos regulatorios de Estados Unidos".
“Sí, Stanley utiliza plomo en el proceso de fabricación de sus vasos, pero solo representan un riesgo de exposición al plomo si la cubierta en el fondo del vaso se desprende y expone la bolita utilizada para sellar el aislamiento al vacío del vaso”
Si bien algunos de estos termos y productos se pueden adquirir en México, lo cierto es que están lejos de ser la principal fuente de exposición a este metal, que según Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) puede provocar problemas renales, de desarrollo, anemia y otros padecimientos graves.
¿Dónde se encuentra el enemigo?
De acuerdo con la propia Secretaría de Salud (Ssa) mexicana, hay diversas fuentes de exposición al plomo, como por ejemplo, pinturas, barnices y algunos dulces.
Sin embargo, y según lo señalado por la NORMA Oficial Mexicana NOM-199-SSA1-2000, se encontró que la loza de barro vidriado es la vía de exposición a plomo más común en México.
“Actualmente, la principal fuente de exposición identificada en la población general es el uso de loza de barro vidriado con óxido de plomo (LBVPb) horneada a baja temperatura para preparar, cocinar, almacenar, servir o consumir alimentos y bebidas”, señaló también el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) en 2021.
Esta sustancia no solo afecta a la salud de los artesanos que trabajan con ella para darle brillo a sus piezas, sino también de quienes consumen estos productos al usarlos (especialmente cuando los utilizan para servir tequila o algún tipo de alcohol).
Y es que, de acuerdo con lo explicado en TikTok por el ingeniero en alimentos, Rafael Carbajal, debido a que el esmalte no queda fijo en el barro, este suele irse desprendiendo. Es así como el metal termina siendo ingerido.
- Te recomendamos No solo es el plomo, en México existen otros metales tóxicos a los que podrías estar expuesto Ciencia y Salud
- Te recomendamos ¿Cómo detectar el plomo en olla y vajillas de barro y cómo 'combatir' su presencia? Ciencia y Salud
Detección del plomo
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) señala que existe una manera simple y sencilla para saber si las ollas o cazuelas de barro que hay en casa contienen plomo.
Para ello se debe sumergir parte de estos utensilios en vinagre blanco por 24 horas. Una vez pasado ese tiempo la pieza se lava y se seca.
El indicador que confirmará si tiene plomo o no es el deterioro que se vea en la superficie, si en esta se ve una capa blanquecina y de textura rasposa, probablemente el esmalte con el que fue recubierta la pieza contiene plomo.
Repercusiones en la Salud
La exposición al plomo en México y el mundo es algo serio, ante las repercusiones que este tiene en la salud, especialmente de las niñas y niños. Datos del INSP señalan que en 2018 más del 22% de infantes de 1 a 4 años, tuvieron niveles de intoxicación, es decir 1 de cada 5 niñas y niños que viven en zonas de menos de 100 mil habitantes presentaron niveles de plomo en sangre (cabe señalar que lo recomendado por organismos internacionales es que los niveles en sangre se mantengan debajo de 10 µg/dL).
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la exposición al plomo puede causar daño al cerebro, retrasos en el crecimiento y el desarrollo, problemas de aprendizaje y comportamiento.
Además, este metal puede provocar daño hematopoyético, inmunológico, esquelético, renal y en los sistemas nervioso periférico, todo dependiendo de las concentraciones en sangre y en tiempos de exposición.
Entre los síntomas que se presentan están la anemia, asma, cansancio, cólico abdominal, dificultad para respirar, dolor de cabeza y vómito.
LHM