Actualmente 60 por ciento de las personas que fallecen están dentro de un hospital como resultado de las complicaciones de las enfermedades que padecen; hoy con el covid-19 el problema es que mueren solos, viendo personal médico con caretas y equipos de protección, expresó Jaime Federico Rebolledo Mota, asesor de la Comisión Nacional de Bioética.
En una videoconferencia transmitida por la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, denominada “Dolor y muerte humana”, dijo que en el último acontecimiento de nuestra vida tenemos derecho a una muerte digna, sin estar abandonado, lo que deja problemas para procesar los duelos de manera adecuada.
Comentó que estos problemas no nada más ocurren en México, también en el mundo y “esto es parte de lo que está sucediendo ahorita”. Consideró que se deben buscar alternativas, que le permitan al moribundo vivir su muerte.
Comentó que se busca que el paciente esté sin dolor y sufrimiento, además de tener todo el contacto humano posible, pero en este caso, la tragedia de la pandemia de covid-19, no permite a los enfermos tener una muerte en compañía de sus seres queridos.
El maestro en bioética y promotor de la Ley de Voluntad Anticipada, dijo que los pacientes terminales lo único que quieren es morir en casa, porque necesitan compañía, sus valores y arraigos.
KVS