El caso del barco portaaviones Charles de Gaulle desconcierta a las autoridades médicas francesas, quienes no encuentran una explicación a cómo pudo llegar el coronavirus a una embarcación que no toca tierra ni tiene contacto con el exterior desde el 15 de marzo. El navío anticipó el regreso a su base en Tolón tras declararse cuarenta casos de covid-19 a bordo. Un equipo médico militar ha sido transportado a la insignia de la Marina francesa para supervisar la situación y tratar de determinar cómo embarcó el virus. "No tenemos una explicación", declararon fuentes militares.
El Charles de Gaulle tocó tierra por última vez en Brest, en la punta oeste de Bretaña, el 15 de marzo. Desde entonces no ha recibido ninguna visita del exterior.
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La misión enviada por el Servicio de Salud de la Armada es definida por fuentes oficiales como un equipo epidemiológico. "Desde hoy, un equipo de detección con medios para hacer test llegará a bordo para investigar los casos aparecidos e impedir la propagación del virus por el navío", afirma un comunicado del Ministerio de Defensa. Los infectados han sido puestos en "observación médica reforzada".
La situación de aislamiento de un buque de guerra en mar abierto ofrece un campo idóneo para estudiar la propagación del Covid-19. Porque el misterio no irá más allá de localizar el paciente cero de este brote y determinar la cadena de contagio. Ya en tierra, en el Hexágono, las cifras siguen siendo preocupantes: 22 muertos por coronavirus a la hora (un total de 10 mil 869 fallecidos). En concreto, hoy han perdido la vida 541.
La situación en el Charles de Gaulle no suscita ninguna inquietud, según Defensa. La tripulación suma 1.760 personas entre los que están la veintena que compone el equipo médico que dispone de una sala de hospitalización dotada con 12 camas, aparatos respiratorios y un escáner.
Una zona de proa -con capacidad para 127 personas- ha sido aislada para acoger a los marinos confinados. Fuentes militares han explicado a Afp que la zona está en presión negativa. Este método, ya utilizado en el portahelicópteros Tonerre cuando evacuó pacientes de Córcega a Marsella, impide al aire circular hacia otras áreas del barco.
Se han desinfectado rampas y pasamanos, las reuniones se han visto reducidas en frecuencia y participantes y se han distribuido mascarillas a parte de la tripulación.
El Charles Gaulle no represanta un peligro de infección
La situación en el Charles de Gaulle no suscita ninguna inquietud para el Ministerio de Defensa francés. Navega en la actualidad a la altura de Portugal y terminaba su misión en Tolón el 23 de abril. Ha puesto rumbo a este puerto del sudeste francés que es la principal base naval de la Armada gala en el Mediterráneo. Debe llegar en una semana.
El buque tiene "la plena capacidad de sus medios y habría podido concluir su misión. Actuamos bajo el principio de precaución", precisó a la citada agencia su fuente militar. "Estaba de regreso; lo va a acortar", declaró el gabinete de la ministra Florence Parly.
El Charles de Gaulle partió de su base el 21 de enero rumbo al este del Mediterráneo, donde participó en las operaciones militares contra los islamistas en Irak y Siria. Luego navegó por el Atlántico y tomó parte en unas maniobras navales europeas en el Báltico.
lnb