Las muertes a causa del covid-19 son una realidad para la que debemos estar preparados, un manejo adecuado de los cuerpos es fundamental para prevenir cualquier posible contagio, por ello la Dirección Contra Riesgos Sanitarios en Guanajuato ha emitido la recomendación de cremar a quienes fallecen por esta enfermedad.
El equipo de Milenio tuvo acceso en exclusiva para documentar paso a paso el proceso de atención que Grupo Ureña brinda a los cuerpos con coronavirus.
El protocolo inicia desde el momento donde se notifica el fallecimiento por las autoridades de salud, el equipo funerario calificado y debidamente equipado se dirigirá a "rescatar" el cuerpo.
"Ingresamos a la institución médica con nuestra camilla, donde el cuerpo debe estar amortajado de acuerdo a las normas para los casos de covid", señala Christian Ureña, quién es Presidente de la Asociación de Funerarios de León.
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Personal conformado por mínimo dos integrantes, deposita el cuerpo en una bolsa hermética especial que protege a todo el que tenga contacto durante el traslado.
A base de químicos como criolina o hipoclorito, se higieniza la camilla donde se colocará el cuerpo embolsado, una medida de protección que se replicará en varias ocasiones.
"Antes de subirlo a la camioneta se lleva a cabo un proceso de desinfección en el que mutuamente entre los dos compañeros se colocan hipoclorito y químicos que se usan para desinfectar".
Con extrema precaución se conduce el cuerpo al crematorio, quienes participan llevan en todo momento un traje tyvek de protección, guantes, mascarilla N95 y careta. Al llegar, más miembros de la funeraria igualmente equipados ya los esperan para despejar el área y agilizar el proceso, una operación sumamente coordinada.
"Se sube a la camilla local para ingresarlo a lo que es el crematorio, antes de hacer eso se lleva a cabo nuevamente un proceso de desinfección tanto para la camioneta como para ellos mismos y como para la camilla de traslado".
En cuestión de minutos, será conducido para ser depositado ahora en la camilla de cremación que lo introducirá en un horno especial cuyas temperaturas llegan hasta los 1300° centígrados, un proceso tardará en promedio dos horas. Es importante resaltar que en ningún momento se le retiran las bolsas herméticas.
"Una vez terminado ello, se desinfecta la camilla que se utiliza para cremación, se desinfecta la camilla que se usa para el traslado y entonces viene el proceso final donde los dos compañeros se desinfectan y uno a otro se ayudan a quitarse el equipo".
El traje se retira con extrema precaución, doblándolo de afuera hacia adentro para evitar cualquier tipo de contacto con la ropa. Todo el equipo utilizado se coloca en una bolsa sellada que será deposita en uno de los hornos crematorios para llevar a cabo su destrucción.
Un par de horas después, cuando termina el proceso crematorio, los restos quedan convertidos en cenizas que se dejan enfriar por lo menos una hora más antes de pasar a un artefacto conocido como "El molino", el cual pulveriza los restos hasta convertirlos en polvo que será depositado en su respectiva urna para ser entregado a la familia.
"Es importante mencionar, que la gente también entienda que ya una vez que el cuerpo se crema, no hay ningún tipo de contagio", agregó el experto.
El proceso en total desde la recuperación del cuerpo hasta la entrega a las familias durará 4 horas aproximadamente, esto debido a todas las medidas precautorias que se llevan a cabo alargan la jornada.