El covid-19 abre paso a los robots industriales

A largo plazo, la automatización tendrá un papel más importante, pues las empresas seguirán bajo la presión de proteger la salud de su personal.

La pandemia quizás acelere el cambio en distintos ramos del sector manufacturero. (Shutterstock)
Kana Inagaki
Londres /

A medida que los cierres de fábricas oscurecen las perspectivas para el mercado de robots industriales, uno de sus principales actores ve pocas razones para la desesperación. 

Hiroshi Ogasawara, presidente de Yaskawa Electric, argumenta que en un mundo posterior al coronavirus en el que los trabajadores tienen que mantener su distancia entre sí, la tendencia hacia la automatización se acelerará. 

Al venir del jefe del segundo mayor fabricante de robots para fábricas de Japón, la proyección claramente conviene a sus intereses. Y a corto plazo también puede resultar fuera de lugar. 

El grupo de investigación Omdia espera que el mercado global de equipos de automatización industrial de 16 mil 500 millones de dólares (mdd) se contraiga 11 por ciento este año ya que las empresas acumulan efectivo y reducen el gasto de capital para sobrevivir a la recesión mundial. 

Pero a largo plazo, la automatización sin duda tendrá un papel más importante al tener en cuenta que las empresas seguirán bajo la presión de proteger la salud de su personal a medida que la economía mundial finalmente se recupere. 

Incluso Toyota, que destacó el riesgo de que las habilidades se pierdan con una rápida automatización, reconoce que el cambio a la robótica en las fábricas probablemente se acelere debido a la pandemia del coronavirus

En Japón, donde las compañías todavía se comunican a través de fax y los documentos se firman con sellos de hanko tallados, gran parte del enfoque durante la pandemia ha sido ampliar el teletrabajo para cumplir con el objetivo del gobierno de reducir 80 por ciento las interacciones frente a frente. 

Sin embargo, el problema para los fabricantes ha sido proteger la seguridad de los empleados de fábrica —entre ellos los ingenieros y el personal de mantenimiento— que no tienen la opción de trabajar desde casa. 

El conglomerado Toshiba, por ejemplo, solamente logró cambiar 40 por ciento de sus 76 mil empleados en Japón (un total que incluye a las personas en operaciones de fabricación) al teletrabajo, ya que la nación parecía dirigirse a un aumento de las infecciones el mes pasado. En ese momento, el personal que no podía trabajar desde casa comenzaba a expresar su frustración y ansiedad, de acuerdo con Takamasa Mihara, gerente general de la división de recursos humanos de la empresa. 

Para duplicar esa cifra, Toshiba adelantó la licencia con remuneración que había reservado para los Juegos Olímpicos de Verano de Tokio, que ahora fueron pospuestos. La medida permitió a la compañía cerrar sus fábricas nacionales desde el 20 de abril hasta principios de mayo en un feriado prolongado de la Semana Dorada. 

Con las operaciones que ahora reanudaron, Toshiba puede adoptar una semana de cuatro días para los trabajadores en sus plantas, junto con las medidas de seguridad existentes, como máscaras faciales, distanciamiento social y el ajuste de turnos de trabajo y horas de almuerzo para evitar la reunión de personas. Daikin, uno de los mayores fabricantes de aires acondicionados del mundo, le pidió a los empleados que vayan a las fábricas con sus ropas de trabajo para evitar el contacto en los vestuarios. 

Pero a pesar de esta serie de medidas, no existe una de seguridad o tecnología revolucionaria que pueda eliminar el riesgo de infección para los trabajadores de las fábricas. Eso es cierto para Elon Musk, que reinició la producción en la planta de vehículos eléctricos de Tesla en California, en contra de las órdenes locales del condado. 

La larga lista de directrices de seguridad en el “libro de tácticas de regreso al trabajo” de 38 páginas del fabricante estadunidense de autos, se incluye limpieza rigurosa, desinfectantes de manos, transporte reducido desde y hacia la fábrica y controles de temperatura.

El hecho de que las fábricas no puedan proteger completamente a sus trabajadores es la razón por la cual los fabricantes japoneses, desde Yaskawa hasta Omron, que producen más de la mitad del suministro mundial de robots industriales, apuestan a que las empresas recurran a la automatización.

ledz

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