Mexicanos viviendo en Estados Unidos podrán vacunarse en al menos seis estados sin importar su situación migratoria en aquel país, detalló la secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a MILENIO.
California, Arizona, Texas, Nevada, Luisiana y Washington son los lugares donde, gracias a las tareas diplomáticas de la Cancillería, los mexicanos viviendo en Estados Unidos podrán vacunarse contra el covid-19 sin importar si estos son indocumentados o si su situación migratoria no está aclarada ante las autoridades correspondientes.
"Nuestros consulados han informado que en estados donde existe alta concentración de personas mexicanas, como lo son California, Arizona y Texas, los ciudadanos mexicanos podrán acceder a la vacuna sin que su estatus migratorio sea un criterio para recibir este beneficio. En los estados de Nevada, Luisiana, Washington, entre otros, de igual manera se ha confirmado que no habrá problema alguno de acceso a la vacuna para la población mexicana", explicó SRE en una solicitud de información.
Paralelamente, estos son también algunos de los estados de la unión americana donde se registran mayor número de mexicanos muertos a causa del covid-19. Particularmente California, Arizona y Texas que juntos suman el 40 por ciento de los mexicanos muertos por el coronavirus en ese país.
Los esfuerzos diplomáticos mexicanos se dan paralelamente a la situación donde millones de migrantes indocumentados, debido a su condición irregular en Estados Unidos, están siendo hechos a un lado en el proceso de vacunación contra el virus que causa la covid-19.
"Desde que se anunció la disponibilidad de vacunas contra el virus SARS-COV2 en Estados Unidos, la red consular de México en ese país monitorea los mecanismos de acceso para la población mexicana", subrayó la Cancillería al respecto.
Se estima que al menos en 2018 había 10.9 millones de migrantes indocumentados en Estados Unidos, de los cuales 51 por ciento eran mexicanos de acuerdo con el Migration Policy Institute (MPI, por sus siglas en inglés).
A medida que avanza la distribución de dosis en aquel país, también avanza la incertidumbre entre las población sin papeles, tanto en centros de detención migratoria como los que se mantienen trabajando en la clandestinidad. No sólo por los rechazos que han hecho patentes algunos políticos sobre darles prioridad para vacunarse, sino también a causa del miedo a ser descubiertos por las autoridades migratorias en el proceso, lo que, invariablemente, los llevaría a ser deportados.
El programa de vacunación implementado en los últimos días de la administración de Donald Trump, que ha sido especialmente dura con los migrantes, requiere que los gobiernos estatales firmen un acuerdo de intercambio de datos que disuade a los inmigrantes indocumentados de vacunarse, pues implica que la información proporcionada puede ser compartida con diversas agencias federales, incluyendo al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Como parte del proceso de vacunación la federación sugiere que los estados usen números de Seguro Social, números de identificación de las licencias de conducir o en su defecto, los números de pasaporte para cumplir con este requisito.
Algunos políticos y activistas han señalado la problemática entre las poblaciones migrantes. Entre ellos destaca el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, que a inicios de diciembre mandó una misiva al secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, defendiendo dicha postura e instando a Trump para que apoye a las comunidades de escasos recursos e incluir a los inmigrantes indocumentados en el programa federal de vacunación contra el covid-19.
También expertos en salud se han pronunciado al respecto, por ejemplo, la publicación especializada Healt Affairs que en su artículo Estados Unidos debe priorizar la distribución de vacunas a inmigrantes indocumentados y migrantes en centros de detención señaló que “los migrantes indocumentados y detenidos ya son grupos particularmente vulnerables, viviendo en la intersección de la pobreza, el acceso limitado a la atención médica y la retórica y las prácticas antiinmigrantes generalizadas”.
Otras organizaciones en defensa de los derechos civiles como la Liga Nacional Urbana y la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés) también se han pronunciado ante el gobierno de Trump para exigir una distribución más equitativa de la vacuna anticovid en su país.
De acuerdo con el MPI muchos adultos y niños que son ciudadanos estadunidenses, residentes permanentes legales u otros migrantes legales viven en familias de estatus mixto con inmigrantes no autorizados.
Aproximadamente una quinta parte de los 11 millones de inmigrantes no autorizados que se estima radican en Estados Unidos están casados con ciudadanos o residentes permanentes legales, mientras que más de una tercera parte tiene al menos un hijo ciudadano estadunidense, lo que permite ver la magnitud del problema.
ledz