La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en colaboración con la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ, por sus siglas en alemán) y WWF México lanzaron la campaña Una Salud, para impulsar que la sociedad establezca un vínculo positivo con el medio ambiente, pues a un año de la pandemia de covid-19, aún no se reconoce la relación entre la aparición de nuevas enfermedades con la mala interacción de los humanos con la naturaleza.
“No hay mejor coyuntura en esta pandemia, que expresar claramente el rol de la naturaleza en nuestra salud: 31 por ciento de las enfermedades infecciosas que están emergiendo son producto de la deforestación, 250 mil personas mueren al año por causas directas al cambio climático.
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Si no empezamos a entender que en la naturaleza está la clave de nuestra salud, no vamos a poder avanzar. En un año y medio de esta pandemia, no hemos hablado lo suficientemente fuerte y contundente de la importancia que tienen nuestros espacios naturales para nuestro bienestar en el futuro”, subrayó María José Villanueva, directora Conservación WWF México en conferencia virtual.
La campaña se llevará a cabo durante tres meses en cuatro áreas naturales protegidas del centro de México: Área de Protección de Flora y Fauna Nevado de Toluca; Área de Protección de Recursos Naturales Cuencas de los Ríos Valle de Bravo, Malacatepec, Tilostoc y Temascaltepec; el Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl, y la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca que pertenecen a la región Centro y Eje Neovolcánico Transversal de la Conanp.
Gloria Tavera Alonso, directora regional de Conanp, dijo que la Región Centro y Eje Neovolcánico concentra al 40 por ciento de la población total del país, por lo que desde hace seis meses se comenzó a capacitar en zoonosis a los guardaparques de las 36 áreas naturales protegidas que confluyen alrededor del Valle de México, pues son “nuestro seguro de vida”.
“Estos sitios son donde tenemos que estar muy pendientes de que es lo que está pasando, poder atender pronto, prevenir, o hacer acciones de contención para evitar que esto salga de la naturaleza y brinque hacia la sociedad, hacia las zonas urbanas, hacia las personas, porque son sitios altamente visitados”, comentó.
Añadió que la región Centro y Eje Neovolcánico genera casi el 40% del PIB y “tiene que ver con la producción del agua, y hay mucha industria, hay una población altísima, solamente 20 millones de habitantes en el Valle de México. Es un sitio tremendamente sensible que en cualquier momento puede romper esta barrera natural, y donde, con los efectos que se están generando del cambio de uso de suelo, incendios, invasión de tierras, el desarrollo urbano, reduciendo la barrera natural y cada vez se hacen más angostos los espacios de contacto, donde los humanos y fauna silvestre tienen una relación directa”.
Roberto Aviña Carlín, titular de la Conanp, resaltó que el país cuenta con 182 ANP terrestres y marinas, que ayudan a prevenir desastres naturales, proveen agua limpia y albergan una gran diversidad de especies de flora y fauna esenciales en la polinización, ya que 70 por ciento del alimento que consumimos es polinizado.
Destacó que muchas de las políticas públicas deben ser orientadas a la recuperación y conservación de los recursos naturales, por lo que en ese sentido, la Conanp ha ido avanzando en el mismo sentido con otras dependencias de la administración pública federal, como la Secretaría de Agricultura, a través del Grupo Intersecretarial de Salud, Alimentación, Medioambiente y Competitividad (Gisamac), que permitió el decreto para eliminar el uso del Glifosato y organismos modificados genéticamente.
“Es un acercamiento que va a llevar tiempo, para que vayan coadyuvando, eliminar ese concepto de que lo ambiental no produce, cuando en la Cop13 de Biodiversidad, ya se incorpora la parte productiva a la conservación de la biodiversidad.
"Hay condiciones para hacerlo, pero es un camino largo que hay que seguir insistiendo para que haya confluencia en las políticas públicas”, comentó.
Marita Brömmelmeier, directora Residente de la GIZ México, destacó la necesidad de resignificar la trágica situación por la cual atraviesan muchos países que requieren un cambio para preservar la salud de los ecosistemas, la salud de humanos y animales tanto silvestres como domésticos.
“Esto toma particular importancia en países como México, reconocido como un país mega diverso, considerando que a nivel mundial se han identificado más de medio millón de virus con potencial de ser transmitidos de animales a humanos, es fundamental que en el marco de estas relaciones de cooperación se desarrollen estrategias que nos permitan prevenir y no sólo reaccionar a futuras amenaza globales”, dijo.
Jorge Rickards, director General de WWF México explicó que el surgimiento de enfermedades zoonóticas, aquellas originadas en los animales y transmitidas a las personas, se da a un ritmo acelerado, en la medida en la que los humanos deforestan los bosques y selvas y se acercan más a las especies silvestres.
Agregó que también están relacionadas con nuestros sistemas alimentarios, que fomentan el comercio y consumo de especies silvestres, el cambio en el uso de la tierra debido a la deforestación, la producción animal y la expansión de la agricultura.
“El daño que la humanidad ha causado quedó expuesto en el Informe Planeta Vivo 2020 de WWF donde se revela que las poblaciones monitoreadas de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios han disminuido un 68 por ciento en promedio a nivel global desde 1970, además de que cada año se pierden alrededor de 10 millones de hectáreas de bosque destinada a la ganadería y la agricultura.
Tenemos la oportunidad de sanar nuestro vínculo con el planeta. Al respetar y proteger las áreas naturales y cambiar nuestros hábitos alimenticios y de consumo, permitimos que sane la naturaleza”, expresó.
De esa forma, bajo el concepto de que si sana la naturaleza sanan los humanos, la campaña hace un llamada a la población –mediante el hashtag #SanaSana–, a reflexionar sobre los beneficios que el ser humano obtiene del medio ambiente, como aire limpio, alimentos, agua, regulación de la temperatura y recreación, así como a comprender el significado de conservar los bosques, ríos, selvas, lagos y montañas.
Rickards destacó que la de covid-19 es pandemia sin precedentes, ya que 4.16 millones de personas han muerto y se reporta un 7.7 por ciento decremento del PIB por el impacto de la reducción de economías.
Mientras que en América Latina sólo el 57 por ciento pudieron mantener sus actividades normales y en México se perdieron 12 millones de empleos, por lo que llamó a privilegiar las cadenas locales de producción para reducir el impacto ambiental y trabajar a nivel local.
FLC