A medida que se derrite la capa de hielo de la Antártida, el calentamiento de la atmósfera se retrasará aproximadamente una década, pero el aumento del nivel del mar se acelerará.
Un nueva investigación que se publica en la revista Nature, es la primera en proyectar cómo el derretimiento de la capa de hielo antártico afectará el clima futuro, según el primer autor, Ben Bronselaer, de la Universidad de Arizona (UA), Estados Unidos, quien agrega que los modelos climáticos actuales no incluyen los efectos del derretimiento del hielo en el clima global.
Toda la Tierra continuará calentándose, pero la atmósfera se calentará más lentamente porque la mayor parte del calor quedará atrapado en el océano, afirma. "El calentamiento no será tan malo como creíamos, pero el aumento del nivel del mar será peor", afirma Bronselaer, investigador postdoctoral en el Departamento de Geociencias de la UA.
Las observaciones muestran que la capa de hielo de la Antártida se está derritiendo más rápido en los últimos años. El equipo liderado por la UA descubrió que para el año 2100, el nivel del mar podría aumentar hasta 25 centímetros más que la estimación anterior de aproximadamente 76 centímetros para 2100.
Añadir el hielo derretido en la investigación del equipo indicó que la temperatura global aumentaría en 2 grados C para el año 2065, en lugar del año 2053, escribe el equipo. Además de desacelerar el calentamiento y elevar el nivel del mar, el deshielo de la capa de hielo antártico cambiará los regímenes de precipitación debido a que el cinturón de lluvia tropical se desplazará hacia el norte, según el autor principal Joellen Russell, presidente de Ciencia Integrativa Thomas R. Brown y profesor asociado de Geociencias en la UA.
El agua dulce frena la liberación de calor
Para probar esa idea, Bronselaer ejecutó un modelo climático con y sin la fusión de la capa de hielo incluida. El equipo incluyó a investigadores del Laboratorio de Dinámica de Fluidos Geofísicos de NOAA en Princeton, Nueva Jersey, y de la Universidad de Princeton. Los científicos utilizaron el modelo climático de NOAA GFDL llamado ESM2M y probaron la simulación en el periodo de 1950 a 2100.
Además, establecieron el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero para el siglo XXI utilizando el escenario conocido como RCP8.5, a veces llamado el escenario "como de costumbre". Russell y Bronselaer estaban sorprendidos por sus hallazgos, ya que no esperaban que el agua de deshielo de la Antártida afectara el sistema climático global.
"La circulación del océano mueve el calor desde el ecuador hasta los polos. Luego, el calor se libera a la atmósfera", explica Russell. Sin embargo, la nueva investigación del equipo revela que el agua dulce adicional de la capa de hielo que se derrite actúa como una tapa en las aguas alrededor de la Antártida y frena la liberación de calor. "Es la primera nueva respuesta identificada sobre el clima en 20 años --afirma--. El derretimiento retrasa el calentamiento: todavía se está calentando, pero se calentará menos bruscamente y nos dará otro periodo de gracia de 15 años".
Otro equipo de SOCCOM ha desplegado flotadores robóticos en todo el Océano Austral que están reuniendo temperatura, salinidad e información biológica y química sobre el océano. Russell adelanta que sus próximos pasos son evaluar los modelos climáticos en comparación con las observaciones de los flotadores de SOCCOM para ver qué más podría faltar en los modelos.
RL