En octubre, la capa congelada del Ártico fue 36.8% menor que las mediciones entre 1981 y 2010.
El año que está por terminar se perfila para romper récords en materia de calentamiento global y, lo que es peor, es muy probable que tengamos que acostumbrarnos a presenciar peores situaciones climáticas anualmente.
De acuerdo con la Agencia Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), 2020 será el segundo año más caluroso en la historia y en el que se registró el mayor número de huracanes.
Por si fuera poco, la NOAA —responsable de describir y predecir los cambios en el medio ambiente— reporta que el hielo polar ártico llegó a mínimos históricos para un mes de octubre.
En su reporte “Un octubre extraordinariamente cálido allana el camino hacia el segundo año más caluroso” advierte que el mes pasado el hielo del mar Ártico fue 36.8 por ciento menor que el promedio registrado entre 1981 y 2010. “Esta cifra superó la cobertura mínima histórica registrada para un mes de octubre establecida en 2019”.
Además, detalla que entre el 1 de enero y el 31 de octubre pasados la temperatura global de la superficie del planeta fue un grado centígrado más alta que el promedio de todo el siglo XX, lo que convierte a 2020 en el segundo año más caluroso de la historia. El primer lugar lo tiene 2016, cuando la temperatura fue 1.03 grados centígrados más alta.
El documento llama la atención sobre lo que considera anomalías climáticas registradas este año, entre las cuales destaca que Europa y Asia tuvieron su año más cálido de acuerdo con las temperaturas registradas entre enero y octubre, y que Sudamérica y el Caribe tuvieron el segundo año más cálido de acuerdo con los datos climáticos obtenidos en el mismo periodo.
También en los océanos
Pero por si todo esto fuera poco, 2020 pasará a la historia como el año en que más huracanes se registraron.
Oficialmente, el próximo 30 de noviembre concluirá la temporada de huracanes para los océanos Pacífico y Atlántico. Durante este periodo se registraron un total de 30 tormentas de este tipo.
El número de huracanes fue tan alto que los nombres previstos para este año se agotaron. Arthur, Bertha, Cristóbal, Dolly, Edouard, Fay, Gonzalo, Hanna, Isaias, Josephine, Kyle, Laura, Marco, Nana, Omar, Paulette, Rene, Sally, Teddy, Vicky y Wilfred fueron insuficientes, por lo que se tuvo que recurrir al alfabeto griego hasta llegar a Iota.
Solo en 2005 había ocurrido una situación semejante, cuando los huracanes tuvieron que ser nombrados con las primeras seis letras del alfabeto griego: Alfa, Beta, Gamma, Delta, Epsilon y Zeta.
Pero nunca antes, como en 2020, los fenómenos naturales de este tipo tuvieron que ser bautizados como Eta, Theta y Iota, que el pasado 17 de noviembre tocó tierra en Nicaragua.
Sobre este punto, la Organización Meteorológica Mundial, que forma parte de la Organización de las Naciones Unidas, destacó que por primera vez en la historia, el Atlántico fue testigo de la formación de dos poderosos huracanes en noviembre (Eta y Iota), mes en el que los fenómenos de este tipo se caracterizan por no ser poderosos.
Acostumbrados al calor
En mayo pasado, la Sociedad Americana de Meteorología (AMS, por sus siglas en inglés) publicó el estudio “¿Deberíamos esperar que cada año de la próxima década (2019-2028) se clasifique entre los 10 años más cálidos del mundo?”, en el que advierte que pronto ya no deberemos sorprendernos de alcanzar temperaturas cálidas récord en el mundo.
De manera directa, el texto se pregunta si desde ahora podemos anticipar que en los próximos años veremos los peores índices de calentamiento de la tierra. La respuesta del estudio es poco esperanzadora: sí.
Elaborado por los especialistas Anthony Arguez, Shannan Hurley, Anand Inamdar, Laurel Mahoney, Ahira Sanchez-Lugo y Lilian Yang, el estudio de la AMS concluye que existe “una probabilidad superior al 99 por ciento de que todos los años entre 2019 y 2028 sean los 10 años más cálidos en la historia del planeta”.
Una proyección que nos obliga a pensar si estamos dispuestos a permitir que se cumpla.
El número de temporales superó los nombres previstos para el año y se usó el alfabeto griego.
ledz