Algunas moléculas en la sangre podrían ser la clave para advertir a las personas sobre la presencia de cáncer hasta siete años antes de que se diagnostique la enfermedad, según los resultados de dos estudios.
Se trata de las proteínas, mismas que forman parte de la mayoría de los procesos que se llevan a cabo dentro del cuerpo, incluyendo aquel en el que las células normales se transforman en cancerosas.
- Te recomendamos Modelo con cáncer casi MUERE por intenta curarse con JUGOS y negarse a la quimioterapia Internacional
Ambas investigaciones, publicadas en Nature Communications, ayudan a tener indicios de cómo identificar a las personas con alto riesgo de desarrollar células anómalas dañinas, además de que podrían dar pie a tratar la enfermedad “en una etapa temprana o prevenirla por completo”, como destaca la Unidad Epidemiología del Cáncer de Oxford Population Health, institución a la que pertenecen los autores de los estudios.
En el reporte más reciente (publicado este 25 de mayo), los científicos obtuvieron muestras de sangre de 44 mil personas proporcionaron , incluyendo a más 4 mil 900 a quienes se les diagnosticó cáncer en algún momento de su vida después de que se recolectara la muestra.
Para desarrollar la investigación, los científicos estudiaron mil 463 proteínas presentes en la sangre y compararon los resultados de las personas que habían sido diagnosticadas con los de las que no habían presentado la enfermedad.
Del total de proteínas encontradas, 618 se asociaron con la aparición de 19 tipos de cáncer. De estas, 107 estuvieron presentes más de siete años antes de que las personas recibieran el diagnóstico. Mientras que otras 182 se asociaron con el diagnóstico en tres años, lo que sugiere que podrían ser útiles para la detección temprana.
¿Qué tipo de cáncer se podría detectar antes?
Algunas proteínas estaban asociadas con el riesgo de varios tipos de cáncer, mientras que otras estaban relacionadas con casos específicos.
Por ejemplo, la proteína MMP12 estaba asociada con un mayor riesgo de cáncer de colon, pulmón y linfoma no Hodgkin (ocurre cuando el cuerpo produce demasiados linfocitos anormales, es decir, un tipo de glóbulo blanco).
El grupo de especialistas también que las asociaciones entre proteínas eran más comunes en los cánceres relacionados con la sangre o en tejidos que tienen un papel en la composición de la sangre, como el hígado, los riñones y los pulmones.
Sin embargo, había menos relación entre proteínas para los que son más comunes pero cuyos órganos no están directamente involucrados en la composición de la sangre, como el cáncer de mama o el de próstata.
Finalmente, se detectaron cuatro proteínas (CD74, TNFRSF1B, ADAM8, SFTPA2) que estaban asociadas con ciertos tipos de cáncer en análisis a largo plazo y en análisis genéticos.
¿Se pueden crear tratamientos?
En un estudio complementario, otro equipo de científicos se aventuró no solo en ahondar en la detección de proteínas relacionadas con el desarrollo del cáncer sino que incluso buscó plantear nuevos tratamientos.
Gracias a ello notaron que alterar la forma en que funcionan estas proteínas tiene tanto efectos positivos como negativos, pues puede llegar a aumentar o disminuir la posibilidad de que alguien padezca cáncer, además de producir efectos secundarios no deseados, como explicó Karl Smith-Byrne, primer autor del estudio y epidemiólogo molecular.
“Esta investigación nos acerca a la posibilidad de prevenir el cáncer con medicamentos dirigidos, algo que antes se consideraba imposible pero que ahora es mucho más alcanzable”, declaró en la revista de Oxford Population Health.
Los resultados de ambos estudios demuestran que algunas de estas proteínas podrían usarse para detectar el cáncer mucho antes de lo que es posible actualmente.
“Esto podría ayudar a tratar la enfermedad en una etapa mucho más temprana o prevenirla por completo. Sin embargo, se necesita más investigación para descubrir el papel exacto que desempeñan estas proteínas en el desarrollo del cáncer”, explica la institución.
Por ahora, aún no está claro cuáles proteínas son las más confiables para realizar pruebas, qué pruebas podrían desarrollarse para detectarlas en la clínica o qué medicamentos podrían atacarlas.
LHM