Como sabemos, la diabetes es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía y aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente lo que produce.
A raíz de esta enfermedad, existen 3 tipos de diabetes que se conocen como Tipo I, Tipo II y Diabetes Gestacional y de acuerdo con la International Diabetes Federation (IDF), México se encuentra entre los primeros países con mayor gasto sanitario en diabetes en los últimos años.
Por otro lado, el portal de la FID reveló que existen aproximadamente 537 millones de adultos que viven con diabetes, pero solo 1 de cada 2 de los adultos que padecen esta enfermedad tienen el diagnóstico. Mientras, 541 millones de adultos tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Por lo tanto, los expertos señalan la importancia de tener buenos hábitos alimenticios y diaria actividad física para prevenir la diabetes.
Además de conocer los principales síntomas de esta enfermedad como el aumento de sed, cansancio y pérdida de peso, heridas que tardan en cerrar, comezón en los genitales o frecuentes infecciones por hongos, visión borrosa, coloración negruzca en cuello o codos, etc.
¿Cuáles son las principales partes del cuerpo afectadas por la diabetes?
Las personas diagnosticadas con diabetes pueden presentar problemas de órganos y algunas partes en el cuerpo como la piel, ojos, huesos y articulaciones, desarrollando otras enfermedades que se presentan a largo plazo.
Ceguera y otros problemas ópticos: La diabetes es una de enfermedades que afecta a la vista a largo plazo debido a los altos niveles de azúcar en la sangre y que a su vez dañan los vasos sanguíneos de la retina.
Enfermedades cardíacas: Las personas con diabetes tienen mayores probabilidades de presentar problemas cardiacos o derrames cerebrales, a comparación de las personas que no están diagnosticadas.
Riñones: La diabetes puede dañar los riñones y causar una enfermedad renal crónica que a su vez causa insuficiencia renal.
Amputaciones: Los pies suelen ser las partes del cuerpo más sensibles a la diabetes, debido al daño provocado a los vasos sanguíneos y los nervios, generando infecciones difíciles de tratar y de detener su propagación, por lo tanto, en la mayoría de los casos se amputan las partes afectadas.