El 70 por ciento de las más de 7 mil 700 donaciones anuales de órganos y tejidos provienen de víctimas, delincuentes o personas relacionadas con algún accidente de tránsito, homicidio u hecho delictivo, informó el Centro Nacional de Transplantes.
Alrededor de 22 mil personas se encuentran a la espera de recibir un órgano y con la campaña permanente que se lanzará en todo el país se espera pasar de 4.7 donantes a por lo menos 6 o 7 donantes de órganos y tejidos por cada millón de habitantes.
Se trata de una tasa que aún está muy por debajo de lo que sucede en países en desarrollo. Los órganos con mayor demanda son riñón y córneas. En lista de espera hay más de 15 mil y 6 mil personas, respectivamente.
El próximo 26 de septiembre, Día Nacional de la Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos, el gobierno federal lanzará esta una campaña para incentivar la donación, en la cual, por primera vez, se busca concientizar a la población indígena.
Armida Reyes Ponce de León, responsable de trasplantes de la Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad de México, explicó que desde la reforma al artículo 328 de la Ley General de Salud, los hospitales deben de informar al Ministerio Público para determinar si con el consentimiento de la familia es posible lograr extraer órganos y tejidos que no interfieran en la investigación.
"Entre el 60 y 70 por ciento de las muertes encefálicas están relacionadas con la comisión de un delito, homicidio o con un accidente. Puede ser un traumatismo por cráneo-encefálico, por una herida de arma de fuego y, en el caso de un paro cardíaco, se relaciona con un policontundidos -aquellos que presentan varias lesiones-, o un accidente de tránsito que pudiera generar la muerte cerebral".
Ponce de León refirió que "nosotros requerimos de un oficio de no inconveniencia por parte del Ministerio Público. En la circular 001/2016 se público con intención de qué ministerio Público diera prioridad a los casos de donación. Desde ese año hasta la fecha hemos trabajado coordinadamente con el Centro Nacional de Trasplantes y la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, con la Procuraduría, para generar que esas donaciones sean más expeditas.
"Cuando el coordinador acude al ministerio solicita este oficio, con la intención de que el médico de la Procuraduría inspecciones si la extracción de los órganos y tejidos no van a tener alguna intervención en la averiguación previa. Por eso damos parte al ministerio público y, una vez que sucede esto, la familia determina qué órganos y tejidos pueden extraer de su familiar".
Al respecto, José Salvador Aburto Morales, director general del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), comentó que la labor de la fiscalía de cualquier parte de México es garantizar que "la donación o el acto quirúrgico de tomar los órganos no interfiere con la investigación de la causa de la muerte. Es así como se libera el caso".
Pero aclaró que "si no aparece y no hay autorización de un familiar, no se le puede considerar como donante. Únicamente se puede con un documento legal donde la familia autorice que apoya la donación. No se pueden tomar los órganos de desconocidos".
En 2018, de acuerdo con José Salvador Aburto Morales, director general del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), 576 fueron donantes con muerte encefálicas; 2 mil 018 por paro cardíaco.
También se realizaron 2 mil 126 trasplantes de órganos provenientes de donantes vivos.
La tasa de donación cadavérica es de 4.7 donantes en muerte encefálica por millón de habitantes. Sólo en Guanajuato hay una tasa de donación cadavérica de 17 por 1 millón de habitantes, pero en entidades como Colima es de cero donación.
"En Durango hubo una recientemente. En Tabasco andan con una tasa de uno a dos donantes en el año por muerte encefálica. En Chiapas, en este año, llevamos tres donaciones", precisó tras referir que los donantes pueden tener desde 1 a 75 años.
La baja donación cadavérica en el sureste fue parte de la problemática que se expuso en la reciente reunión del Consejo Nacional de Salud, por ello, también llevarán la campaña de concientización entre las comunidades indígenas y, además, conformar un centro estatal de trasplantes.
La campaña es un urgente llamado porque sólo se atiende el 20 por ciento de los requerimientos de la lista de personas en espera de órganos vitales, básicamente, riñón y corazón.
bgpa