De acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), hasta cuatro de cada 10 niños en el Estado de México tienen algún grado de obesidad o sobrepeso, con una tendencia similar al promedio nacional.
El subdirector de Prevención y Control de Enfermedades del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), Godwin González Estrada, explicó que estos índices se concentran principalmente en las zonas de la entidad con una mayor concentración poblacional, como el oriente y el Valle de Toluca, donde la dinámica tiene sus propias especificidades.
Precisó que los municipios que registran una mayor prevalencia en este indicador son Nezahualcóyotl, Ecatepec, Cuautitlán, Zumpango, Chalco, Texcoco, Tecámac, Chimalhuacán, Naucalpan y Tlalnepantla, mientras que en el Valle de Toluca, se suman a la lista la capital del Estado, Metepec y Zinacantepec.
”Nosotros tenemos una prevalencia de obesidad muy similar a la del resto del país, la diferencia radica en que nosotros tenemos más niños, pero la prevalencia es de aproximadamente el 34 por ciento, es decir, más o menos 4 de cada 10 niños tienen obesidad o sobrepeso”.
Refirió que a diferencia de la medición de Índice de Masa Corporal (IMC) que mide el grado de sobrepeso u obesidad en adultos, para el caso de los niños y niñas la medición es distinta, y se realiza a través de una tabla de peso y talla, con valores aproximados a la edad.
“Se presenta con mayor frecuencia en zonas urbanas que en rurales, por su propia dinámica de vida y se acentúa mucho más en el Valle de México”.
Tema multifactorial
El especialista subrayó que están principalmente relacionados con el sedentarismo y la dieta, aunque también intervienen la socialización, la genética, así como los hábitos que se dan en el ámbito familiar.
Añadió que se ha observado que al inicio de la formación educativa de niños y niñas los índices de sobrepeso y obesidad son menores a aquellos que se dan en etapas mucho más avanzadas, ya que para cuarto, quinto y sexto de primaria, los papás (en su mayoría) sustituyen el lunch por dinero y dejan que los menores adquieran sus alimentos en las escuelas o cerca de ellas.
Refirió que los hogares en los que vive un menor con sobrepeso u obesidad, existen otros miembros en esta condición, por lo que es necesario trabajar en la modificación de hábitos, tanto en materia alimenticia como en incluir actividad física en la rutina diaria.
Luego de que el Congreso Mexiquense presentara una iniciativa de ley para prohibir la venta de bebidas azucaradas y alimentos envasados de alto contenido calórico a menores de edad, el señaló que ésta sólo resolvería una parte del problema, por lo que se debe trabajar con un enfoque integral, para sumar a las familias y al sector salud.
“El hecho de que no vendan comida chatarra no quiere decir, por ejemplo, que hagan ejercicio o que se mejore la dieta en casa. Seguramente (esta propuesta) sí abonaría en algo; pero definitivamente no es la solución, la solución sería una educación para la salud y la orientación que como sector salud podemos dar”.
Recordó que a través de las unidades de primer nivel de atención o centros de salud se ofrecen asesorías en materia nutricional y en caso de ser necesario se realiza todo un seguimiento puntual, ya que se han comprobado los daños secundarios que pueden traer consigo la obesidad y el sobrepeso.
MMCF