A casi un año de la pandemia, las condiciones para las empresas de servicios turísticos en la entidad son complicadas, pues al igual que otros sectores productivos, su capacidad económica se ha tornado por los suelos. Por ello, de cara a las vacaciones de Semana Santa, los empresarios del ramo esperan que la curva de contagios de covid-19 se mantenga y siguen aplicando los protocolos sanitarios para generar confianza en los visitantes.
El vicepresidente de la Comisión de Turismo del Consejo de Cámara de Asociaciones Empresariales del Estado de México (Concaem), Alejandro Díaz Acuña, resaltó que este año Semana Santa irá del 28 de marzo al 3 de abril, y en Ixtapan de la Sal ya trabajan en nuevos productos turísticos junto con la Secretaría de Cultura y Turismo.
“Trabajamos en la creación de nuevas rutas y experiencias, pero actualmente, el atractivo principal son los balnearios municipales, tanto de Tonatico como de Ixtapan de la Sal, como el icónico Parque Acuático. Aunque no todo es agua, también ofrecemos actividades para el campismo y excursionismo”.
Con el cambio al semáforo naranja, expresó, bajan un poco las restricciones y se permiten las actividades al aire libre, por lo que los parques pueden abrir, aunque con aforos reducidos. “Esto permite que la gente pueda disfrutar de albercas y chapoteaderos, que es lo que se busca en la época de calor”.
Lo más importante, subrayó, es mantener la curva de contagios para seguir con la creación de productos y servicios atraer a más paseantes. Pareciera que el panorama no es muy alentador, aunque siguen trabajando en crear confianza, dado que están cumpliendo con todos los protocolos que amerita la contingencia.
“Los gastos mensuales ascienden entre 8 mil y 10 mil pesos para insumos como gel, tapetes, aspersores y demás cuestiones para garantizar la salud de los visitantes. Todo depende de la capacidad del establecimiento”, detalló el también delegado en el Estado de México de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles.
Lo que más les preocupa, expresó, es el turismo residencial o aquel que se realiza a través de plataformas digitales, donde hay manera de tener control o verificación de que se están aplicando las medidas sanitarias. “La libre competencia y el uso de la tecnología están bien; sin embargo, hay que tomar en cuenta que este sector debe cumplir con la normatividad, sobre todo, para evitar aglomeraciones”.
En la entidad, detalló, Valle de Bravo es la meca del turismo residencial y en Ixtapan de la Sal hay algunas zonas residenciales como Rancho San Diego a reserva de las visitas familiares.
Por las circunstancias, dijo, se han visto en la necesidad de recortar a cierto personal, sufragar gastos, deudas y créditos que solicitaron, al igual que el pago de impuestos municipales y estatales. Por esta circunstancia, en Ixtapan de la Sal, por ejemplo, alrededor de cinco pequeños hoteles han tenido que cerrar sus puertas de manera definitiva.
“Hace un año teníamos ahorros y lo que nos dejó el fin de año de 2019, lo cual nos permitió subsistir. En estos momentos enfrentamos otra realidad y hay que tratar de mantener la planta productiva y el empleo”.
En Ixtapan de la Sal, Tonatico, Malinalco y en Valle de Bravo, por mencionar algunos, la mayoría de las empresas de servicios turísticos en la entidad son micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), y de tipo familiar.
MMCF