En los Centros Penitenciarios y de Reinserción Social del Estado de México sí habrá acceso para visitas familiares y de alimentos, pero bajo estrictos protocolos sanitarios, como parte de las medidas para evitar la propagación del covid-19 entre las personas privadas de la libertad, informó el subsecretario de Control Penitenciario, Manuel Palma Rangel, quien reconoció que el sistema de la entidad es el más grande a nivel nacional y por ello requiere medidas contundentes para salvaguardar la integridad de internos, sus familiares, custodios y personal administrativo.
Explicó que en las cárceles mexiquenses hay 32 mil 750 personas privadas de la libertad, siendo la población penitenciaria más grande de México y por lo tanto requiere fuertes medidas de prevención al virus, como se llevaron a cabo en el primer semáforo rojo.
“Es una instrucción que recibimos del gobernador Alfredo Del Mazo a fin de salvaguardar la salud tanto de los privados de libertad y de los familiares; y también nosotros mismos, nuestros compañeros, todos los trabajadores sociales, médicos, los directivos, los abogados, los administrativos no han dejado de trabajar ningún día en los centros penitenciarios, y los tenemos que cuidar”, expresó el subsecretario.
Si bien ya había medidas sanitarias en los penales, el anuncio del regreso a semáforo rojo obliga a reforzar estos protocolos. Entre las acciones está la identificación de grupos vulnerables, elaboración de protocolos de acción ante casos sospechosos y desarrollo de campañas de concientización del virus; además, el penal de Neza Norte, que se adaptó como hospital covid, se encuentra en condiciones para continuar recibiendo a internos probablemente contagiados. En este hospital se han atendido a 60 reos y por ahora no hay ningún paciente. “Se han atendido ahí alrededor de 60 sospechosos de covid-19 y también creo que ha sido algo exitoso”.
Sin embargo, a diferencia del primer semáforo rojo, la Subsecretaría ha decidido autorizar las visitas familiares con estrictas medidas de prevención; sólo podrá ingresar un familiar que no pertenezca a grupos vulnerables y lo podrá hacer en un horario de 9:00 a 12:00 horas de lunes a domingo, contraste a las visitas anteriores que eran fines de semana, pero que generaban aglomeraciones en los penales.
“La visita que entre o el ingreso de la persona sólo será una y no podrá ser una persona visiblemente enferma, algún mayor de 60 años, niños, mujeres embarazadas, enfermos crónico-degenerativos”.
Por otra parte, como es costumbre en esta temporada del año, donde familiares llevan alimentos a los internos, el subsecretario aclaró que sí se dará acceso a comida; sin embargo, como medida de prevención, quienes ingresen el alimento no podrán degustarlo, ya que eso implicaría retirarse el cubrebocas, lo cual rompe los protocolos sanitarios.
“Pueden ingresar con la comida obviamente permitida, se tiene que revisar como es usual, pero se le deja al privado de libertad y el ingreso de la persona es para charlar y para verse con el uso obligatorio de cubrebocas”.
Hasta el momento 13 personas privadas de la libertad dieron positivo al covid-19, pero evolucionaron satisfactoriamente; sin embargo, a causa de esta enfermedad 10 internos han fallecido; en tanto, nueve custodios y personal administrativo también perdieron la vida en la lucha contra el nuevo coronavirus.
MMCF