La Circulación Meridional de Vuelco del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés ), es un nombre que resultaría muy ajeno para cualquiera. Sin embargo, esta corriente oceánica impacta de diferentes formas el día a día de las personas pues es crucial para el clima en el mundo.
Un estudio recientemente publicado en la revista Science Advance ha hecho que los científicos llamen a prestarle particular atención, pues se encontró que podría estar en camino de llegar a un punto de inflexión, también conocido como “tipping point”.
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¿Qué es la AMOC y por qué la alerta?
La AMOC es una corriente oceánica que transporta calor y sal a través del océano global. El Servicio Oceanico de Estados Unidos lo describe como una “cinta transportadora” debido a la manera en la que funciona.
Y es que este sistema de corrientes oceánicas hace circular agua dentro del Océano Atlántico, llevando agua cálida al norte y agua fría al sur. Su función es vital para moderar el clima tanto regional como global.
Sin embargo, de acuerdo con las mediciones continuas retomadas del estudio Physics-based early warning signal shows that AMOC is on tipping course, desde 1950 hay indicios de que la fuerza de la ‘cinta transportadora’ ha disminuido y se encuentra actualmente en su estado más débil en más de mil años.
El estudio muestra que la AMOC es especialmente sensible a la entrada de agua dulce en el océano, ya sea a través de la precipitación en la superficie o por la entrada de agua dulce debido al deshielo de los ríos o del hielo. Los investigadores han desarrollado una señal de advertencia temprana basada en la física para predecir este punto de inflexión.
“Los productos de reanálisis indican que la AMOC actual está en vías de volcarse”, señala la investigación dirigida por René M. van Westen, integrante del Instituto de Investigación Marina y Atmosférica de Utrecht, Países Bajos.
Hay algunas señales de advertencia que sugieren que la cinta podría estar acercándose a un punto de inflexión antes de que termine este siglo. Sin embargo, estas señales de advertencia aún necesitan mayor investigación y precisión.
Cabe señalar que ya desde 2021 se advertía que la AMOC está más débil ahora que en cualquier otro momento de los últimos mil años. Además, algunos científicos incluso llegaron a asegurar que podría colapsar completamente en un futuro cercano, posiblemente en 2025 .
No obstante, aún hay mucha incertidumbre y debate alrededor del tema, por lo que las investigaciones requieren más pruebas. Así que, aunque es una posibilidad mostrada por modelos sumamente complejos, todavía no se sabe con seguridad si la AMOC colapsará o no.
¿Qué pasa si la cinta se vuelca?
El colapso de la AMOC podría tener consecuencias dramáticas para el clima global. Podría resultar en un enfriamiento del hemisferio norte, mientras que el hemisferio sur se calentaría ligeramente. Uno de los continentes más afectados en este escenario sería Europa.
“A modo de ejemplo, las temperaturas de febrero en Bergen (Noruega) descenderán aproximadamente 3.5°C por década”, aseguran los especialistas.
Esta tendencia de que las temperaturas bajen no es algo aleatorio, sino que estaría relacionada con algo llamado “retroalimentación del albedo del hielo marino”.
El “albedo” es una medida de cuánto refleja una superficie la luz del sol. El hielo marino, al ser blanco, tiene un albedo alto, lo que significa que refleja mucha luz solar. Cuando el hielo marino se expande, aumenta la cantidad de luz solar que se refleja de vuelta al espacio, en lugar de ser absorbida por la Tierra. Esto hace que la temperatura global baje, lo que a su vez hace que se forme más hielo marino. Este ciclo de retroalimentación puede llevar a tendencias de enfriamiento.
Es por ello que los investigadores advierten que, en comparación con la tendencia actual del calentamiento global de aproximadamente 0.2°C por década, ninguna medida de adaptación realista puede hacer frente a cambios de temperatura tan rápidos durante el posible colapso de la AMOC.
A grandes rasgos, si la Circulación Meridional de Vuelco del Atlántico (AMOC) termina afectada pasaría a afectar la temperatura global por su impacto en el mar (SST), la atmósfera y la distribución del hielo marino en todo el mundo.
- Atmósfera: El colapso de la AMOC provoca un cambio en la temperatura superficial, un desplazamiento hacia el sur de la Zona de Convergencia Intertropical (ITCZ) y un fortalecimiento de la Célula de Hadley en el hemisferio norte. En otras palabras significa que hay un cambio en los patrones de viento y clima.
- Hielo marino: Durante el colapso de la AMOC, el hielo marino en el Ártico se extiende hasta los 50°N y hay una disminución gradual del hielo marino en la Antártida. Esto amplifica aún más el enfriamiento del hemisferio norte debido a la retroalimentación del hielo-albedo (el hielo refleja la luz solar, lo que enfría aún más la región).
- Climas regionales: El colapso de la AMOC tiene un fuerte impacto en los climas regionales. Por ejemplo, el clima en Europa cambia significativamente después del colapso. En tanto, en el bosque más grande del mundo: la selva amazónica pues los patrones de precipitación cambiarían drásticamente, incluso se podrían invertir las estaciones húmedas y secas, lo que podría alterar seriamente el ecosistema de la selva.
En el estudio los autores hacen un llamado a la acción para los científicos y los responsables de la toma de decisiones para prestar más atención a la AMOC y sus posibles implicaciones para nuestro clima global.
¿La AMOC y la Era de hielo?
La AMOC es uno de los “puntos de inflexión” en nuestro sistema climático. Esto significa que si las condiciones correctas se alinean, podría cambiar vertiginosamente, especialmente tomando en cuenta que es sensible a los cambios en la cantidad de agua dulce en el océano, que puede venir de la lluvia, los ríos o el derretimiento del hielo, como el de Groenlandia.
Hasta ahora los científicos no tienen una fecha tentativa de cuándo podría ocurrir dicho cambio, ni tampoco han notado un viraje brusco en la AMOC en las observaciones recientes, sin embargo hay evidencia en los registros geológicos de que ha habido situaciones repentinas en el pasado.
“Aunque no se ha encontrado ningún cambio de AMOC en observaciones históricas, hay mucha evidencia a partir de registros indirectos de que se han producido cambios abruptos de AMOC en el pasado geológico durante los llamados eventos Dansgaard-Oeschger”, señala.
Los eventos Dansgaard-Oeschger son fluctuaciones climáticas rápidas que ocurrieron 25 veces durante el último período glacial, estas se pueden entender como ‘fiebres’ que tuvo la Tierra durante la Edad de Hielo.
Cada fiebre comenzó con un ‘calentón’ muy rápido, en el que la temperatura subió mucho en unas pocas décadas. Después de esa subida de temperaturas, la Tierra empezó a enfriarse poco a poco, durante varios siglos o incluso milenios, hasta volver a su temperatura normal.
Estos eventos se descubrieron gracias a los análisis de cilindros de hielo extraídos de Groenlandia y otras regiones, que mostraron cambios muy rápidos y grandes en la temperatura.
LHM