¿El sistema eléctrico de México podría colapsar? El panorama es mucho más complejo, según expertos

El país ha vivido varias noches consecutivas con apagones en algunas de sus ciudades luego de que el Cenace declarara estado de emergencia en medio de una ola de calor.

De acuerdo con las autoridades federales, los apagones en México se dieron ante las altas temperaturas | Foto: Cuartoscuro
Lizeth Hernández
Ciudad de México /

Por tercera noche consecutiva varias calles de México permanecerán en completa oscuridad por unas horas. Y es que, aunque ha sido por un breve periodo de tiempo, las autoridades han declarado estado de emergencia por la alta demanda de energía que se ha vivido en los últimos tres días.

La alerta comenzó la tarde del 7 de mayo, horas después se suspendió, sin embargo, con la llegada de la noche, las luces, ventiladores, lavadoras y refrigeradores detonaron nuevamente un problema: la alta demanda energética llevó al Centro Nacional de Energía (Cenace) a anunciar que el servicio se interrumpiría rotativamente para “mantener la seguridad y confiabilidad del resto del sistema eléctrico”.


Se calcula que ciudades de 15 entidades de la república sufrieron apagones ese día.  24 horas después, el escenario se repitió, aunque en esta ocasión menos regiones se vieron afectadas, mientras que este 9 de mayo, la Cenace volvió a anunciar que está en "alerta", por lo que se prevé una noche sin luz para algunas regiones (aunque se desconoce cuáles).  

Las autoridades federales aseguraron que el culpable de todo fue el calor intenso que se ha experimentado en el territorio, pues ha provocado que más personas usen más electricidad: los ventiladores y el aire acondicionado han sido los mejores aliados para soportar las altas temperaturas, pero no para el ahorro de energía.

Dada la tendencia de altas temperaturas en las últimas décadas, los próximos años el calor podría ser más intenso, lo que lleva a cuestionar qué es lo que pasará con el sistema eléctrico mexicano, que actualmente ya enfrenta dificultades para abastecer al país de energía.

Queretanos se quedaron sin luz al menos 4 horas; se registran 40 colonias sin electricidad | Foto: Especial

¿Cuál es el escenario?

Para el doctor en ingeniería e investigador del Instituto de Energías Renovables (IER) de la UNAM, Osvaldo Rodríguez, lo que actualmente pasa en el país puede ser una “muy buena advertencia”.

En este sentido, más allá de un “colapso” — que para el investigador resulta una palabra grave— lo que podría presentar uno de los peores escenarios es que se repita lo ocurrido lo que ocurrió entre 7 y 8 de mayo, solo que con mayor frecuencia, algo similar a “regresar a la edad media” en algunos momentos del día, como lo describió el investigador.

“Hace un par de años tuve la oportunidad de dar un curso en una Universidad de Cuba, la cosa curiosa es que tiene cortes programados de electricidad a lo largo del día, la gente ya sabía a qué hora se iba la luz y a que hora regresaba y para hacer sus actividades. La gente tenía que organizarse. Estos cortes duraban horas y eso evidentemente tiene impactos en todas nuestra actividades”, comentó en una entrevista para MILENIO.

Dadas las condiciones actuales, uno de los peores panoramas para México no es que el país se vaya a quedar completamente sin luz, sino más bien que se darían recortes mucho más prolongados, pero esto sería un escenario “muy apocalíptico”, desde la perspectiva del experto en energía.

¿Sin luz?

La doctora Karla Graciela, también investigadora del IER especializada en temas de Energía, Sociedad y Sustentabilidad, considera que los apagones recientes son resultado de varios problemas a los que se enfrenta el sistema eléctrico del país como lo son el cambio climático y el crecimiento demográfico.

En este sentido, destaca el impacto que tiene la falta de energía no solo para la industria o la economía, sino también para otros ámbitos de la vida.

“Los apagones no sólo son incómodos, no solo implican que se apague el aire acondicionado o que la fábrica deje de producir en el turno de la noche, también implica un impacto en el espacio ante la inseguridad que la oscuridad genera”, reflexiona.

A partir de sus investigaciones, la también ingeniera considera que si México no cambia la forma en que se abastece de energía, al final el impacto más profundo lo recibirán las comunidades históricamente vulneradas.

“Vamos a tener más problemas tanto de acceso al bienestar, de inseguridad, accesos a los recursos básicos (....) Cuando estas fallas se dan en varios lugares, lo que nos espera es aumentar los estado de emergencia, aumentando la vulnerabilidad energética”, destacó.

Esto se podría dar no solo ante el exceso de calor, sino también con otras condiciones extremas, como sucedió en 2021 durante la histórica tormenta invernal de Texas, Estados Unidos.

Pese a que considera que la población se encuentra en una situación “muy vulnerable”, la ingeniera destaca que actualmente existe la capacidad de empezar a poner una solución ante la posibilidad de catástrofe pues, “estamos a tiempo de enmendar rumbo, de insistir y de que no nos salga tan cara la transición energética”.

“Tenemos que cuidar mucho nuestro sistema eléctrico, pero tenemos que invertir y modernizarlo, no protegiéndolo como está, porque como está claramente no da el ancho y no va a dar el ancho”, reitera.

Las alternativas

Los investigadores coinciden en que la demanda de energía ha crecido y seguirá haciéndolo conforme pase el tiempo, por lo que se vuelve necesario cuestionar cómo se va a generar este recurso en el futuro.

Tanto la Dra. Karla, como el Dr. Rodríguez, encuentran la respuesta en la transición energética a fuentes renovables, en particular originadas del sol y el viento.  

Es verdad que en México ya se han implementado algunas medidas (por ejemplo, hay alrededor de 70 parques eólicos en el país), sin embargo, aún falta resolver algunos problemas, por ejemplo, la varibilidad del clima, mimos que puede jugar en contra, como ocurrió el pasado 7 de mayo, cuando, según el comunicado de Cenace, una planta eólica no generó suficiente energía debido a que se vio saboteada por la nubosidad. 

El doctor Rodríguez considera que esto solo refleja la necesidad de tener opciones más diversas en cuanto a la forma en que se obtiene energía.

“No solo es sustituir (...) Las energía renovables tienen cierta variabilidad, el tema es que nosotros debemos incluir esto, el sistema eléctrico tiene que evolucionar, se requieren sistemas más diversificados, si hay problemas de variabilidad se pueden reducir complementando con otras fuentes de energía”, destaca.

LHM 


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