Juan Carlos Tehuitecta Damián decidió estudiar enfermería porque se dio cuenta que es una profesión, “en la cual podemos ayudar a las personas que más lo necesita”. Su deseo incondicional por servir le hizo aceptar desde hace un año formar parte del personal de salud que trabaja en el Módulo Covid-19 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla, donde cada día proporciona atención a los pacientes con entrega y profesionalismo.
“Entrar en el Módulo Respiratorio es algo diario, que va cambiando día con día porque se ven diferentes tipos de pacientes. Cada paciente es, obviamente, diferente. El entrar es una experiencia nueva”.
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El enfermero general adscrito a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) Número 2, quien cuenta con 27 años de edad, acepta que el ingresar al módulo con el equipo de protección le provoca incomodidad, pero eso no merma su afán de apoyar a quienes así lo requieren.
“Estar con el equipo de protección es algo incómodo porque no se pueden realizar todas las tareas de manera ágil. Las marcas que me ha dejado no son sólo físicas, obviamente lo visible es lo físico, pero también me ha dejado muchas experiencias tristes. Nosotros quisiéramos hacer todo lo posible para que esa persona salga, pero lamentablemente nos ha tocado ver a personas que no han logrado sobrevivir, es algo muy triste, es algo que no duele porque a final de cuentas realizamos una conexión con ellos, que también nos pone sentimentales”.
Añade que tanto él como el resto de sus compañeros se sensibilizan, “ya que a cada paciente lo vemos como un familiar o un amigo cercano”.
Reconoce que la función del personal de Enfermería es medular, ya que forman parte del primer contacto en la atención con los pacientes, además de ofrecer apoyo emocional y compañía en estos tiempos de emergencia sanitaria donde no es posible el acceso a familiares.
“En ocasiones escucho a mis compañeros que se encuentran cansados por las extensas jornadas de trabajo y en condiciones extremas, aún con todo ello nos entregamos sin descanso ya que nos gusta lo que hacemos”.
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Compartió que la recompensa más grande de estar dentro de las áreas covid-19 es el agradecimiento por parte de los pacientes; “verlos salir con un grado de mejora para cumplir con sus tratamientos en su hogar me llena de satisfacción y alegría”.
Agregó que todos los compañeros de las distintas categorías son parte de un todo, son miembros de la gran Familia IMSS y juntos están combatiendo la batalla día a día de manera exitosa contra un enemigo silencioso.
“Pido que pronto termine esta pandemia que nos tiene un año separados de nuestras familias, sin poder abrazarlos o acercarnos a nuestros seres queridos de manera segura (...) Es un honor y un gran orgullo poder decir que pertenezco al IMSS, ya que me ha dado la oportunidad de iniciar mi vida laboral, recibir un sustento para mí y mi familia; he conocido a personas que me han impulsado para superarme y llegar a donde me encuentro”.
Finalmente, invitó a todos sus compañeros a seguir entregándose con fuerza y dar lo mejor, brindando un servicio de calidad y con gran vocación. A la población en general los invitó a no bajar la guardia para evitar poner en riesgo su salud y de los demás.
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