Ante el incremento de casos de influenza en el Área Metropolitana de Monterrey y la circulación de una nueva subvariante, especialistas en infectología llaman a la población a mantener la calma, informarse con fuentes confiables y reforzar las medidas de prevención, principalmente la vacunación.
El doctor Adrián Camacho, infectólogo, en entrevista con Víctor Martínez para la sección Tu Médico en Telediario, explicó que la variante que ha generado inquietud en los últimos días corresponde al virus de la influenza H3N2 y no representa, hasta el momento, un mayor riesgo de severidad ni mortalidad.
“La influenza tiene múltiples tipos de virus. Se clasifican en A, B y C, y una de las variantes que con mayor frecuencia nos afecta en cada temporada invernal es la H3N2”, señaló el especialista.
El doctor detalló que este virus puede presentar pequeñas modificaciones genéticas, como la subvariante conocida como “K”, que le permite una mayor capacidad de transmisión, aunque aclaró que esto no implica un escenario más grave.
“Esta variante se transmite de manera muy eficaz, pero hasta este momento no ha demostrado dar cuadros más severos ni incrementar la mortalidad en la población”, puntualizó.
Una de las principales preocupaciones, añadió, era su potencial pandémico, posibilidad que tampoco se ha confirmado.
“Hasta ahora, los casos han sido de la misma severidad que los observados con la variante H3N2 habitual o con la influenza AH1N1 que ha circulado en los últimos años”, indicó.
En cuanto a la situación local, el doctor Camacho advirtió que, al encontrarse en pleno invierno en el hemisferio norte, los contagios van al alza.
“En el Área Metropolitana de Monterrey hemos visto un incremento considerable de casos en las últimas semanas”, afirmó.
Síntomas principales
Sobre los síntomas iniciales, el infectólogo subrayó que existen señales claras a las que se debe prestar atención.
Hay tres síntomas predominantes con los que inicia la influenza: tos, dolor de garganta y fiebre. Posteriormente se pueden agregar escurrimiento nasal y estornudos, explicó.
Ante la presencia de estos signos, el doctor Camacho recomendó acudir a valoración médica y evitar la automedicación. La vacunación, insistió, sigue siendo la herramienta más eficaz para reducir complicaciones.
“La mejor estrategia para prevenir complicaciones de esta variante y de cualquier tipo de influenza sigue siendo la vacunación”, señaló.
La recomendación es anual y aplica para todas las personas a partir de los seis meses de edad, con especial énfasis en grupos de riesgo como adultos mayores de 60 años, personas con diabetes o con sistemas inmunológicos comprometidos.
No obstante, el especialista aclaró una confusión común entre la población: “La vacuna reduce la posibilidad de complicaciones, no reduce la posibilidad de contagio”. Una persona vacunada puede enfermar, pero generalmente presenta cuadros mucho más leves y es poco probable que requiera hospitalización.
El tratamiento requiere antivirales, no antibióticos
El doctor Camacho también advirtió a la ciudadanía sobre los riesgos de retrasar la atención médica o recurrir al uso de antibióticos sin la debida indicación y receta de un médico.
“La influenza es una infección viral, no requiere antibióticos”.
Además, dijo que el tiempo es un factor clave en el tratamiento.
“Los antivirales son más efectivos cuando se administran dentro de las primeras 48 horas desde el inicio de los síntomas; después, su efectividad disminuye”.
De acuerdo con estadísticas oficiales de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la influenza estacional continúa siendo una de las principales causas de enfermedad respiratoria aguda a nivel global, con picos importantes durante la temporada invernal.
En México, las autoridades sanitarias mantienen activa la campaña de vacunación precisamente para reducir hospitalizaciones y defunciones asociadas.
La recomendación final de los especialistas es clara: no minimizar los síntomas, evitar la automedicación, vacunarse cada año y acudir a revisión médica oportuna. Información basada en evidencia, prevención y atención temprana siguen siendo las mejores herramientas frente a la influenza.
nrm