Antes del mediodía la intensidad de la luz del Sol disminuyó y la temperatura bajó. Luego de 33 años, un eclipse solar que cubrió 75 por ciento del disco solar en el cielo del Estado de México, fue observado por decenas de familias, quienes abarrotaron la explanada del planetario en Toluca para ser testigos por primera vez del fenómeno astronómico del siglo.
Entusiasmo
En las inmediaciones del sitio, en el Parque de la Ciencia Fundadores, se registraron largas filas de niñas, niños, adultos, jóvenes y personas de la tercera edad, que se formaron hasta por 60 minutos para observar el fenómeno en seis telescopios que instaló personal de la Asociación Astronómica del Valle de Toluca.
“Traje a mi hija; es un evento que no se repetirá. Decidí no mandarla a la escuela para que observe el Sol aquí, en los telescopios. También venimos por precaución, pues los niños son inquietos y pueden ver el eclipse en la escuela, aunque se les diga que no lo hagan. Es mejor así, estamos al pendiente de ellos”, dijo Edgar, padre de familia.
Alegría infantil
El evento celeste, que no se repetirá sino hasta 2052, fue calificado por los más pequeños como “espectacular”, quienes a través de telescopios, lentes especiales certificados o un lente de soldador opacidad grado 14, miraron cuando la Luna ocultó al Sol.
“Fue maravilloso y espectacular. No pude verlo todo, me sentí feliz y muy emocionado”, manifestó Maximiliano, de 8 años.
“Me encantó, vi que parecía el Sol incompleto. Me emocionó mucho; se vio sorprendente”, comentó, Santiago, de 8 años.
Inasistencia escolar
Algunos padres de familia decidieron que sus hijos no asistieran este día a la escuela, por lo que aprovecharon para llevarlos al planetario de la capital mexiquense a disfrutar de este fenómeno que alcanzó su máximo esplendor a las 12:13 horas.
“No los llevé a clases, los traje al planetario para que vivieran la experiencia en familia. Nos tocó disfrutarlo en el telescopio y se ve muy padre”, detalló Evelyn, madre de familia.
La jornada de disfrute culminó antes de las 14:00 horas, con el cansancio de estar bajo los intensos rayos del Sol, pero con la felicidad y satisfacción de haber capturado en una foto, video o en la memoria, el recuerdo de un eclipse solar, que solo se volverá a disfrutar hasta el año 2052.