Un grupo de científicos recientemente detectó que además de las fuentes de exposición a contaminantes en exteriores, hay un foco importante dentro de los hogares y podría estar relacionado con la muerte prematura de 4 mil personas al año, solo en la Unión Europea.
De acuerdo con un estudio realizado por un grupo de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Jaume I en España, la contaminación en el aire doméstico se da principalmente con las estufas y aparatos de cocina de gas.
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La presencia de estos electrodomésticos abona a la exposición del dióxido de nitrógeno (NO2) y otros gases tóxicos al utilizar gas natural y se ha asociado con asma infantil, mortalidad prematura y otros efectos dañinos a la salud, como explica el reporte.
El NO2 es un contaminante capaz de dañar la salud afectando el sistema respiratorio. Su exposición a largo plazo incluso puede repercutir en el funcionamiento de los órganos y del corazón.
La mayoría de los estudios recientes se han enfocado en el impacto de la exposición al dióxido de nitrógeno en términos de contaminación exterior (es decir, la que provocan los automóviles o industrias al quemar combustibles fósiles) sin embargo, no se tenían datos puntuales respecto a la contaminación dentro de los hogares.
Por ello, los investigadores crearon el primer mapa de concentraciones de NO2 a partir del tipo de estufas utilizadas en las casas europeas.
Se detectó que el uso de los aparatos de gas natural propició que las concentraciones anuales dentro de los hogares de al menos 14 países de la región superaran la pauta de salud para NO2 propuesta en 2021 por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Qué daños produce?
En términos de mortalidad, el número estimado de muertes prematuras asociadas por el uso de estas estufas fue de 40 mil (sumando los casos de la Unión Europea (UE) y el Reino Unido). Además, se calcula que se han perdido 77 mil años de vida en la UE y el Reino Unido, “lo que representa 14 mil millones de euros perdidos”, alerta el estudio.
Por si fuera poco, la exposición a los contaminantes emitidos por la cocina de gas contribuye a casi 370 mil casos de asma infantil en todo el continente.
Los países más afectados son Reino Unido, Francia, Italia, Polonia, Rumanía, Países Bajos, España y Hungría, ya que concentran el 94 por ciento de la mortalidad prematura, y el 90 por ciento de los años de vida perdidos.
Los autores del estudio advirtieron que las cifras podrían estar subestimadas, especialmente debido a una falta de datos sobre cómo la exposición a algunas de las otras sustancias emitidas por las cocinas de gas podría dañar la salud humana.
¿Qué provoca el NO2 y cómo prevenir la exposición?
La contaminación interior provocada por las estufas de gas fue particularmente mala en lugares con poca ventilación y falta de campanas de cocina. Asimismo, las condiciones empeoraban con periodos prolongados de uso.
De ahí que los expertos recomiendan la creación de políticas enfocadas en reducir o eliminar las emisiones de gas para cocinar. El uso típico de las estufas de gas o propano aumenta la exposición al dióxido de nitrógeno (NO2) en un estimado de 4 partes por mil millones, en promedio durante un año, según un estudio publicado en Sciences Advances durante mayo de 2024.
Entre los efectos en la salud asociados se encuentran:
- Mayor riesgo de neumonía y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en niños y adultos
- Asociación entre la cocina a gas y el asma infantil
- Algunos especialistas sugieren posibles vínculos entre la cocción con gas y otros síntomas respiratorios como dificultad para respirar, tos y bronquitis
A esto se suma lo encontrado por otro estudio dirigido por la Escuela Doerr de Sostenibilidad de Stanford y PSE Healthy Energy, un instituto de investigación que en junio de este año advirtió que las estufas de gas podrían ser peores de lo que se pensaba antes.
Y es que, además de la emisión de algunos contaminantes nocivos (incluidos dióxido de nitrógeno y monóxido de carbono) el estudio muestra que las estufas de gas también pueden emitir cantidades de benceno, un cancerígeno.
LHM