Cuando un eclipse solar ocurre parece que la noche se adelanta, pues comienza a oscurecer, aunque de manera breve y prematura.
Este fenómeno se presenta cuando la Luna pasa entre el Sol y la Tierra, proyectando una sombra que bloquea la luz en algunas zonas del planeta.
Si bien todo eclipse solar cumple con estos elementos, no todos tienen las mismas características, por ejemplo, hay ocasiones en las que la luna no siempre puede tapar por completo la cara del astro rey.
Dependiendo de esta y otras variables (como la curvatura de la tierra o la distancia que esta esté de la luna) es como se les clasifica; de hecho la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA por sus siglas en inglés) los divide en eclipses solares totales, parciales, anulares o híbridos, siendo estos últimos los menos comunes.
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Cabe señalar que el próximo 14 de octubre ocurrirá uno de estos fenómenos, mismo que podrá ser visto desde México, país en el que se han experimentado tres tipos de eclipses solares en los últimos 53 años.
Eclipse solar total
Este tipo de eclipse solar se produce cuando el satélite natural de la Tierra se alinea de tal forma que bloquea completamente la cara del Sol.
En este caso, el cielo se oscurece de manera similar a cuando amanece o cae la tarde. Si el cielo está despejado, las personas que se encuentren en la trayectoria de un eclipse solar total podrán ver una corona de llamas, es decir, la atmósfera exterior del Sol, misma que suele quedar oculta por la cara brillante de la estrella.
El periodo de tiempo en el que el Sol queda completamente oculto por la luna se denomina totalidad y puede durar desde unos segundo hasta más de siete minutos.
Este es el único tipo de eclipse en el que los espectadores pueden quitarse las gafas de protección, pero solo durante el breve periodo de tiempo en el que la Luna bloquea por completo al Sol, de lo contrario la acción podría tener graves repercusiones en los ojos.
Algunos de los eclipses solares totales de los que se tienen registro en México son:
- 7 de marzo de 1970
- 11 de julio de 1991
- 21 de agosto de 2017
Cabe señalar que, en promedio, estos fenómenos se presentan cada 18 meses, el próximo que podrá apreciarse desde territorio mexicano ocurrirá el 8 de abril de 2024.
Eclipse solar anular
Un eclipse solar anular se produce cuando la luna está en su punto más alejado de la Tierra. Debido a la distancia, el satélite parece más pequeño que el Sol por lo que cuando ambos se alinean el primero no alcanza a cubrir totalmente al segundo.
Como resultado, la Luna luce como un disco oscuro sobre un disco más grande y brillante, creando lo que parece un anillo alrededor de la luna, según explica la NASA.
En este caso, al punto máximo de este eclipse se le conoce como anularidad y puede durar desde unos segundos hasta más de 12 minutos.
Este fenómeno ocurre pocas veces, uno de los últimos del que se tiene registro en el territorio mexicano ocurrió en 1984. El próximo tendrá lugar el 14 de octubre de 2023. Según expertos, se espera que el siguiente pueda observarse hasta 2056.
Eclipse solar parcial
Este tipo de eclipse se produce cuando no hay sintonía entre los tres cuerpos celestes, es decir, no están perfectamente alineados. Por ello, solo una parte del sol se verá cubierta, dándole forma de media Luna.
Tomando esto en cuenta, dependiendo de la región de México desde donde sea visto, un eclipse solar podría ser catalogado como total o parcial.
"Durante un eclipse solar total o anular, las personas que se encuentran fuera de la zona cubierta por la sombra interior de la luna ven un eclipse solar parcial", señala la NASA.
Eclipse solar híbrido
Hay ocasiones en las que un eclipse puede cambiar de anular a total. Esto ocurre debido a que la superficie de la tierra es curva, ya que esta condición hace que no se proyecte de igual manera en todos lados.
“A veces un eclipse puede cambiar entre anular y total a medida que la sombra de la luna se desplaza por el planeta”, describe la Administración de Aeronáutica y el Espacio de EU.
Este fenómeno es bastante raro, de hecho en México no se tienen registros recientes. En tanto, el pasado 20 de abril se pudo observar uno en Cabo Noroeste y la Isla Barrow en Australia Occidental.