Jesús Joaquín Cerón Melgoza, estudiante de la Preparatoria Enrique Cabrera Barroso Urbana de la UAP, recientemente, obtuvo el tercer lugar de la XXVII Olimpiada Nacional de Química, realizada el pasado mes de febrero y cuya sede fue la UAP.
En este concurso, junto con 187 estudiantes del nivel medio superior del país, demostró su dominio de esta disciplina al presentar tres exámenes: teórico, práctico e internacional, que incluyeron las áreas de química analítica, química inorgánica, fisicoquímica y química orgánica. En la parte práctica, efectuó un experimento de electroquímica y otro de identificación de compuestos. Con ayuda de los materiales proporcionados conoció de primera mano la forma de trabajar en un laboratorio profesional.
De pequeño fue valorado con un coeficiente intelectual elevado, incluso se aprendió con facilidad las capitales del mundo, pero al entrar a primaria no sabía leer. En la escuela se aislaba de sus compañeros. A los 15 años, Cerón Melgoza, fue diagnosticado con un trastorno del espectro autista, Síndrome de Asperger. Para estabilizarse, recurrió a los números.
Este síndrome se caracteriza por un mayor o menor impedimento en las habilidades del lenguaje y la comunicación, al igual que patrones repetitivos o restringidos de pensamiento y comportamiento.
Su condición no lo limita, al contrario posee una mente privilegiada y ha participado en competencias de Matemáticas, Física y Química.
El futuro estudiante de Física
Joaquín Cerón tiene 17 años, cursa el segundo año de preparatoria y lleva un promedio de 9.66. Ha sido invitado por la SEP para participar en el Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA); así como a la firma del Decreto de Ley General para la Atención y Protección a Personas con la condición del Espectro Autista, por el presidente Enrique Peña Nieto.
A pesar de sus problemas de socialización y comunicación, trata de ayudar a sus compañeros. Tiene una mirada profunda y cálida. Un hablar pausado, de respuestas cortas, reflexivas y concretas. Se preocupa por el medio ambiente; en su casa cuida agua y luz, evita el uso de unicel y lleva una estadística sobre el consumo de hojas y los niveles de tinta en la impresora.
Siempre ha recibido apoyo de sus padres, quienes lo llevan a asesorías de determinada olimpiada. Su papá es docente de la Facultad de Ingeniería Química. Su mamá es la secretaria Administrativa de la Facultad de Ciencias Químicas. Tiene un hermano menor, Jorge Alfonso, de 14 años, quien es completamente autista, “no puede hablar, no mide el peligro”. En ocasiones, él cuida a su hermano.
Sus planes a corto plazo son participar en el programa Verano de la Investigación de la Institución, para desarrollar un proyecto sobre física aplicada. A futuro, cursar una licenciatura en Física o Física Aplicada. “En la UAP me interesan las carreras de Física o Física Aplicada. Antes en primaria me gustaban mucho las matemáticas, lo que no se debe abandonar es el cálculo diferencial e integral. Y sobre cualquiera de las carreras de Física es porque reconozco su calidad educativa, aparte nadie en mi familia ha sido físico”, puntualiza Joaquín Cerón Melgoza.