Diputados hidalguenses solicitaron a las autoridades de la Secretaría de Salud del gobierno federal que verifiquen los avances del Programa Nacional de Acción Específica para la Prevención y Tratamiento de la Hepatitis C, mismo que se implementó en 2016 en todo el país.
Mediante un acuerdo económico y exhorto, los legisladores locales señalaron que en 2015, las hepatitis causaron 1 millón 340 mil muertes en México, cifra similar a la de la tuberculosis y a la del virus de inmunodeficiencia humana.
Indicaron que la diferencia radica en que, hasta ese año, la mortalidad por tuberculosis y por el VIH mostraban una reducción paulatina, mientras la causada por las hepatitis, iba en aumento.
“En nuestro país, estos padecimientos se han constituido como una epidemia silenciosa y de alta resistencia, aún con la disponibilidad de nuevos medicamentos y una vacuna eficaz contra el tipo B, las cifras sobre su detección, se mantienen sin disminuir”, explicó el diputado Luis Marroquín Morato.
De acuerdo con el representante del distrito de Tulancingo, entre los años 2012 y 2016, se detectaron 16 mil 93 personas con alguna clase de hepatitis, en promedio 3 mil 218 por año.
Pidió que la Secretaría de Salud del gobierno federal refuerce acciones de coordinación con los Institutos de investigación en la materia a efecto de ampliar los progresos de sus descubrimientos en beneficio de la población mexicana.
Mencionó que cifras del Instituto Nacional de Salud Pública calculan que hasta 2013, el 57 por ciento de los casos de cirrosis y el 78 por ciento de los cánceres de hígado, eran resultado del virus de la hepatitis B o C, lo que las posicionó como la tercera causa de muerte en hombres y la séptima en mujeres.
“Coincidimos en que es necesario que el gobierno y la población adopten medidas para prevenir, diagnosticar y tratar las hepatitis, por lo que debe mantenerse como un tema prioritario que requiere respuesta apremiante”, reiteró Luis Alberto Marroquín.
Finalmente se dijo que especialistas del Sistema Nacional de investigadores señalan que México ocupa el segundo lugar en Latinoamérica con mayor número de infectados por el virus de hepatitis C y de estos, 65 por ciento tienen infección crónica, 30 por ciento saben que tienen la enfermedad, pero sólo el 0.6 por ciento reciben tratamiento.