Actualmente se sabe que la edad, la obesidad y el consumo de algunos productos son factores de riesgo que incrementan la posibilidad de padecer cáncer, sin embargo, los científicos siguen encontrando nuevas variables que influyen en el desarrollo de esta enfermedad.
En los últimos años se han obtenido más evidencias sobre una variable que podría ser clave en los cánceres de cabeza y cuello, es decir, aquellos que se ubican en la laringe, garganta, labios, boca, nariz y glándulas salivales.
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Uno de los análisis más recientes (cuyos resultados fueron publicados a finales de septiembre en la revista JAMA Oncology) encontró que la presencia de algunos grupos de microorganismos asociados tanto al metabolismo como a una higiene bucal deficiente y a enfermedades peri odontológicas, pueden incrementar el riesgo de desarrollar células cancerosas.
El grupo de investigadores de la NYU Langone Heath a cargo del estudio examinó la composición genética de las bacterias bucales tanto de personas sanas como de personas con cáncer de cabeza y cuello.
Durante el seguimiento se detectó que más de una docena de especies de bacterias orales (incluidas algunas causantes de enfermedades de encías) estaban relacionadas con un riesgo de hasta el 50 por ciento de padecer carcinoma escamocelular de cabeza y cuello.
Para el estudio, el equipo analizó datos de tres investigaciones que siguen en curso, mismas en las que participaron 159 mil 840 estadounidenses, y que tiene como objetivo entender mejor cómo la dieta, el estilo de vida, el historial médico y muchos otros factores influyen en el cáncer.
Con el fin de recabar información para su investigación, los autores del estudio solicitaron a los participantes enjuagarse con un enjuague bucal y proporcionar muestras de saliva.
Se dio un seguimiento que duró entre 10 y 15 años. En dicho lapso, 236 personas que participaron en el estudio fueron diagnosticadas con carcinoma espinocelular de cabeza y cuello.
Tomando como base dichos análisis, el equipo de la Dra. Soyoung Kwak, autora principal de la investigación, comparó el ADN bacteriano y fúngico de dichas muestras de saliva con las de 458 participantes libres de cáncer seleccionados al azar.
Se identificó que 13 especies bacterias sumadas como otras redes de microorganismos causantes de enfermedad periodontal elevaron en un 50 por ciento el riesgo de padecer cáncer de cuello y cabeza.
Estos resultados por un lado, refuerzan la hipótesis de que el estado de la salud bucal está íntimamente relacionado con el desarrollo de algunos tipos de cáncer.
Los especialistas también concluyeron que la enfermedad periodontal y otros indicadores de mala salud oral “son factores de riesgos putativos”, por lo que la presencia de ciertas bacterias podría utilizarse como un indicador para la prevención.
“Las bacterias y los complejos bacterianos identificados son prometedores, junto con otros factores de riesgo, para identificar a individuos de alto riesgo para la prevención personalizada del carcinoma espinocelular de cabeza y cuello” concluyen.
Aunque este es el estudio más amplio en su tipo, ya existían antecedentes sobre la relación entre bacterias bucales y algunos tipos de cáncer. En abril de este mismo año, por ejemplo, se publicó una investigación que analizó la presencia de algunos patógenos en tumores.
Se encontró una enorme cantidad de siete tipos de bacterias en ellos, mismas que estaban relacionadas con 206 genes que ayudaban a las células cancerígenas a invadir, migrar y proliferar en diversos tejidos.
El microbioma y su papel en la atención del cáncer
Actualmente la ciencia ha confirmado que la microbiota humana está formada por casi 40 billones de microorganismos, incluyendo bacterias, hongos y virus. La cantidad y tipo de estos microorganismos varía de una persona a otra e incluso de la zona. La cavidad oral, por ejemplo, alberga más de 700 especies bacterianas y sirve como un hábitat microbiano crucial.
Cada vez más investigaciones han identificado a algunos de estos microorganismos como un factor de riesgo para el desarrollo del cáncer. No obstante, otras más ven en su estudio una nueva herramienta para combatir el cáncer.
En mayo del 2023, un grupo de investigadores señaló que la microbiota intestinal posee un gran potencial “para el desarrollo de nuevas estrategias” para atender la enfermedad.
“(...) La evidencia disponible parece indicar que la modulación de la composición de la microbiota intestinal para mejorar la eficacia de los medicamentos contra el cáncer puede ser factible”, señala el estudio publicado en la revista Nature, aunque los autores advierten que “quedan muchos desafíos por delante”.
LHM