Guanajuato sufre el desabasto de medicamentos para el tratamiento contra el cáncer, una situación de vida o muerte por la que las familias se han visto en la necesidad de pagar sumas de hasta 40 mil pesos cada 50 días para conseguir los tratamientos por fuera de las instituciones de salud. Se trata principalmente mitotano (Lysodren comercialmente) Ciclofosfamida, Bleomicina, Citarabina, Dacarbacina, medicamentos quimioterapéuticos que se utilizan para tratar el cáncer.
“Nosotros los costeamos, nosotros queríamos sacar el permiso de la Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) pero nos pedían una receta del doctor. El oncólogo nunca nos dio receta de cuanto se iba a estar tomando ni nos quiere dar receta para nosotros conseguirlo un poquito más barato, prácticamente el coste es de nosotros”, narra Gisela Padilla, quien ha sacrificado todo para atender a su hermana con cáncer.
Por los altos costos, muchas familias han tenido que empeñar su patrimonio e inclusive buscar traerlo desde los Estados Unidos y Canadá. El último corte informativo muestra en Guanajuato un total de 144 casos de cáncer infantil en tratamiento, de los cuales 80 corresponden al Hospital General Celaya y 64 corresponden al Hospital General de León.
Una crisis que ya se veía venir:
Al respecto la Senadora Alejandra Reynoso, una de las primeras en denunciar dicha situación, explicó que el desabasto es consecuencia de una falta de compras del medicamento por parte del gobierno federal, quien dispuso de los 40 mil millones al fondo de gastos catastróficos que se tenía destinado para su atención.
“Le echan mano en noviembre del 2019 cuando fue la aprobación de Morena del Insabi y lo único que hicieron fue destruir los procesos, quitarle el recurso al fondo de gastos catastróficos que incluso en mi intervención señale era quitarle 4 años de tratamientos oncológicos”, explicó.
El gobierno Federal no realizó las compras de medicamento correspondientes a 2019 ni 2020 y cuando se quiso enmendar el error era demasiado tarde, pues los laboratorios solo producen bajo la demanda previa de los gobiernos y por estándares de calidad no almacenan medicamento.
“Todos los tratamientos que son de alto costo y de tercer nivel corresponden o digamos que se financiaban del fondo de gastos catastróficos. En los convenios que se hicieron le tienen que transferir el recurso al estado, pero además tienen que hacerlo oportunamente”, añadió la Senadora Reynoso.
Adquirirlos era responsabilidad de la Secretaría de Hacienda, pero al día de hoy no existen reglas de operación y en estados como Guanajuato que firmaron el convenio de adhesión al Insabi, los recursos no han llegado oportunamente ni existen laboratorios con medicamento en existencia para comprar. Hoy la mejor opción es subrogar la atención a esta enfermedad, para generar convenios con instituciones privadas.
Existen asociaciones como el Consejo Nacional para la Prevención y Tratamiento del Cáncer en la Infancia y Adolescencia (CONACIA) y la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS), que buscan implementar el financiamiento del tratamiento médico oncológico pediátrico.