Ajolote ayuda a entender la regeneración humana

Científicos consideran el el genóma del ajolote es el mejor modelo para entender la regeneración de partes del cuerpo humano.

El ajolote es un tipo de salamandra originaria de México. (Especial)
Editorial Milenio
Ciudad de México /

Científicos de la Universidad de Kentucky (EU) lograron secuenciar y ensamblar el genoma de un tipo de salamandra endémica de México conocida como ajolote, el de mayor tamaño hasta la fecha y considerado el "mejor modelo" para estudiar las claves de la regeneración de partes del cuerpo humano.

El hallazgo está recogido en el último número de la revista especializada Genome Research.

Según Randal Voss, profesor del centro de investigación de lesiones cerebrales y de médula espinal de la Universidad de Kentucky, nunca antes se había logrado secuenciar y ensamblar el genoma de un organismo vivo del tamaño que tiene el del ajolote, un anfibio icónico de México de gran importancia científica y cultural.

El ajolote, de la familia de las salamandras, "tiene un genoma realmente grande", diez veces más que el del ser humano, detalló Jeramiah Smith, profesor asociado del Departamento de Biología de la misma universidad.

De acuerdo con Voss, el genoma del ajolote "es el mejor modelo" para estudiar los mecanismos que hacen posible la regeneración.

El ajolote es un animal que es capaz de regenerar muchas partes de su cuerpo, incluso la médula espinal y parte del cerebro.

"Ahora que tenemos la secuencia del genoma, podemos estudiar los genes que se activan o desactivan durante el proceso de regeneración", subrayó Voss al destacar las "aplicaciones clínicas" que abre este hallazgo.

"Esperamos que algún día podamos traducir esta información a terapia humana, con posibles aplicaciones para lesiones de médula espinal, derrame cerebral (...). Realmente el cielo es el límite", añadió.

Voss y Smith adaptaron un enfoque genético clásico conocido como mapeo de enlaces para ensamblar el genoma del ajolote en el orden correcto de manera rápida y eficiente.

Hace sólo unos años, nadie pensaba que fuera posible ensamblar un genoma de este tamaño, pero "ahora hemos demostrado que es posible utilizando un método eficaz y accesible, que abre la posibilidad de secuenciar de forma rutinaria a otros animales con genomas grandes", explicó Smith.

La Universidad de Kentucky alberga el único centro de trabajo con ajolotes de Estados Unidos financiado con fondos federales y proporciona ejemplares a investigadores y educadores de todo el mundo.

Los ajolotes están en peligro crítico de extinción desde 2006 y la Universidad de Kentucky posee casi mil ejemplares adultos, algunos con un pedigrí que se remonta al siglo XIX.


RL​

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