El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa que se caracteriza por fiebre, tos, secreción nasal, ojos rojos y erupción cutánea. Se transmite por contacto con secreciones provenientes de la nariz, boca o garganta de una persona infectada. No hay ningún tratamiento específico, el manejo es únicamente sintomático.
Los niños pequeños no vacunados son quienes corren mayor riesgo de contagio de sarampión y sus complicaciones, como otitis, ceguera, encefalitis e incluso la muerte. Otra complicación es la panencefalitis que se manifiesta de 6 a 8 años después de contraer la enfermedad y que ocasiona deterioro progresivo, retraso mental y eventualmente la muerte.
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Gracias a la participación de la población en acciones preventivas como la vacunación, y a la vigilancia, seguimiento y control de los casos sospechosos, hasta el momento la entidad no cuenta con registro de casos positivos. Hidalgo reforzó la vigilancia epidemiológica ante el primer caso que se presentó el 23 de febrero en la Ciudad de México.
El sarampión es una enfermedad prevenible mediante vacunación, en este momento en el sector salud de Hidalgo hay 67 mil 450 dosis de vacunas triple viral (protección contra el Sarampión, Rubeola y Parotiditis), las cuales están distribuidas en las unidades de salud y que se aplica a los niños desde un año y hasta 6 años de edad.