En México, 49.6 por ciento de la población adulta padece hígado graso no alcohólico, la principal causa de enfermedad hepática crónica que puede terminar en trasplante o cáncer, informó el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”
En el estudio “Prevalencia de la enfermedad de hígado graso asociado al metabolismo en México y desarrollo de una herramienta de detección: Sistema de puntuación MAFLD-S”, publicado recientemente en la revista médica Gastro Hep Advances, participaron 3 mil 357 mujeres y hombres mayores de 47 años, de Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Nuevo León y Puebla.
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En el estudio, en el que también participaron especialistas de la Universidad de Colorado y la Universidad Panamericana, se detalló que los participantes se sometieron a un ultrasonido hepático.
Se trató de detectar enfermedad de hígado graso no alcohólico (EHGNA) asociada al metabolismo (MAFLD-S), además los expertos desarrollaron un sistema de puntuación para la detección de este padecimiento asociado a enfermedades como la obesidad, la diabetes, la hipertensión y el colesterol alto.
Aldo Torre Delgadillo, hepatólogo, gastroenterólogo e investigador invitado del INCMNSZ, quien formó parte de este estudio, destacó la importancia del análisis por ser el primero en su tipo en México para conocer la prevalencia real de esta enfermedad. El resultado arrojó que la mitad de los mexicanos adultos presentan EHGNA y de no atenderse las causas no genéticas que aumentan el riesgo, como son obesidad, diabetes y colesterol alto, en diez años se convertirá en la primera causa de cirrosis hepática.
Otros factores adicionales, diabetes, e hipertensión, para tener riesgo de hígado graso no alcohólico.
“El impacto para los sistemas de salud público y privado, así como para los pacientes es enorme, ya que si llegan a cirrosis la única alternativa es un trasplante de hígado. La combinación de hígado graso con una enfermedad metabólica aumenta de dos a tres veces el riesgo de cáncer hepático y duplica el riesgo de enfermedad cardiovascular, entre otras complicaciones, es urgente atender esta situación y voltear hacia los menores por la alta prevalencia de obesidad infantil”, detalló Torre Delgadillo.
Graciela Castro Narro, vicepresidenta de la Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado (ALEH) y gastroenteróloga del INCMNSZ. destacó que la detección adecuada de esta enfermedad por medio del sistema de puntuación propuesto podría mejorar la prontitud del diagnóstico y el tratamiento del hígado graso.
En el Día Mundial de la Enfermedad por Hígado Graso no Alcohólico, que se conmemora cada 12 de junio, Castro Narro explicó que este padecimiento ocurre cuando hay una acumulación de más de 5 por ciento de grasa en el órgano hepático, la cual aumenta con el paso del tiempo si no se atiende oportunamente y está asociada a la enfermedad metabólica (obesidad, diabetes, colesterol alto e hipertensión).
“Esta enfermedad va en aumento en el mundo, en nuestro país hay cada vez más niños y jóvenes con hígado graso, situación que puede revertirse con una alimentación equilibrada y con ejercicio. En etapas iniciales no da síntomas y pueden pasar hasta 15 años para que se presente inflamación, acumulación de líquido en el abdomen, entre otras complicaciones como fibrosis o cirrosis que son cicatrices en el hígado”, detalló Castro Narro.
Eira Cerda Reyes, gastroenteróloga, hepatóloga y actualmente tesorera de la Asociación Mexicana de Hepatología, señaló que hay una clara asociación entre hígado graso y enfermedades metabólicas, por lo que se ha observado que disminuir entre 7 y 10 por ciento el peso puede tener una reversión del hígado graso y algunas veces hasta de fibrosis hepática.
“Hay que cuidar nuestro hígado y ver si tenemos algún problema metabólico como sobrepeso, diabetes, hipertensión; checar nuestros niveles de glucosa, colesterol, también recordar que no sólo los pacientes con obesidad tienen hígado graso, sino también la población delgada puede tenerlo y hay que buscar factores de riesgo como intolerancia a la glucosa o predisposición genética”, agregó Eira Cerda.
Los especialistas recomendaron evitar remedios caseros para “limpiar el hígado” ya que no ayudan y sí pueden retrasar el diagnóstico. Lo mejor que se puede hacer es acudir con un especialista y un nutriólogo, quienes pueden ayudar a bajar de peso, pedir pruebas de función hepática y un ultrasonido de hígado a personas que tienen alguna enfermedad metabólica, más de 50 años o si presentan síntomas como inflamación y color amarillo en piel y ojos, de acuerdo con el estudio fue auspiciado por medix.