Hospital británico acortó la vida de casi 500 pacientes con opioides innecesarios

En el Gosport War Memorial Hospital, la doctora Jane Barton fue señalada como responsable del suministro de opioides para acortar la vida de pacientes.

La investigación demostró una "desconsideración por la vida humana y una cultura de acortamiento de vidas" en el hospital. (Shutterstock)
Agencia DPA
Londres /

El personal del Gosport War Memorial Hospital, en el sur de Inglaterra, fue responsable de acortar 450 vidas y probablemente de al menos 200 muertes más por administrar dosis peligrosas e innecesarias de opioides, según un reporte independiente difundido hoy.

Documentos del  hospital de Hampshire mostraron que hubo "desconsideración por la vida humana y una cultura de acortamiento de vidas de un gran número de pacientes al prescribir y administrar 'dosis peligrosas' de una combinación peligrosa de medicación que no estaba clínicamente indicada ni justificada", declaró el ex obispo de Liverpool James Jones, quien lideró la investigación.


El informe encontró un "preocupante patrón de prescripción de opiáceos" entre 1989 y 2000, con "una cultura de acortamiento de la vida de un gran número de pacientes". Para el reporte se evaluaron más de un millón de documentos con casos que comprenden diferentes años.

Asimismo señaló que había "un régimen institucionalizado" de administración de medicamentos que no estaban clínicamente justificados, "con pacientes y familiares impotentes en su relación con el personal profesional". La primera ministra británica, Theresa May, pidió disculpas a las familias de las víctimas porque debieron esperar respuestas durante tanto tiempo.

Gran parte de la responsabilidad por las muertes fue atribuida a una doctora jubilada, Jane Barton, quien supervisó el régimen de prescripción y administración de medicamentos del hospital durante 12 años.


[La doctora británica Jane Barton]

La Policía de Hampshire dijo que llevó a cabo tres investigaciones entre 1998 y 2006 sobre denuncias de familiares de pacientes que murieron en el hospital, pero los fiscales decidieron no tomar ninguna medida.

La comisión investigadora liderada por el ex obispo de Liverpool analizó unos 800 certificados de defunción, así como reportes médicos, y habló con más de 100 familias.


FM

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