Al menos siete de cada 10 personas presenta sobrepeso y obesidad, problema que tienen a aumentar en tiempos de la pandemia de la Covid-19 por una combinación de factores sociales, psicológicos y económicos.
Ana Karen Juárez Pérez, especialista en Nutrición por la Universidad Iberoamericana Puebla, explicó que 40 por ciento de la población no puede alcanzar una dieta saludable, situación que se agrava en zonas rurales y con hablantes de alguna lengua indígena.
Los determinantes sociales de la salud como los factores interpersonales, organizacionales, comunitarios y de políticas públicas impactan en la vida de cada persona y en su alimentación. Las familias de escasos recursos son las que enfrentan mayores complicaciones para lograr una dieta con alto valor nutricional, añadió la investigadora.
Una dieta con un alto valor nutricional no solo debe ser suficiente y variada para prevenir enfermedades, sino también sostenible y sustentable con respecto a los procesos de producción y distribución.
"A pesar de que son guardianes del 80 por ciento de la biodiversidad, los pueblos indígenas acumulan las tasas más altas de desnutrición y pobreza. Padecen hambre y una de cada ocho personas vive con sobrepeso.
En la actualidad, el proceso de alimentación empieza en la gestación y, desde antes de nacer, los alimentos determinan la calidad de vida de las personas, explicó la especialista en Nutrición.
"Sin duda, lo que cada quién lleva a su plato diariamente está influenciado por factores propios de la vida en sociedad", comentó la investigadora.
Para implementar sistemas de alimentación adecuados, se requiere que las dietas cuenten con un alto valor nutricional y, al mismo tiempo, que formen parte de procesos productivos en los que se respete al medioambiente.
“Se está afectando el medioambiente y la salud de las personas. Ante ello, el plato del buen debe privilegiar el consumo de frutas y verduras e invita a reducir los cárnicos", explicó.
Juárez Pérez resaltó la importancia de analizar la complejidad de la alimentación y fomentar el consumo local, con lo que se pueden reactivar cadenas productivas y apoyar a las familias.
"En estos tiempos, es fundamental que se pueda brindar acompañamiento nutricional personalizado para construir hábitos adecuados para cada situación de vida", explicó la investigadora.
AFM