Desde las seis de la mañana de este lunes, la familia Hernández puso manos a la obra; han comenzado la cimentación de lo que será su nuevo hogar, esto después de haberlo perdido todo en un incendio el pasado 18 de mayo.
En tan solo diez días, los hidalguenses demostraron que son solidarios, y más durante una contingencia sanitaria como la que se vive actualmente con el covid-19, por lo que hoy que se cumplen dos semanas del incidente, han completado la meta de blocks, cemento, arena, grava y mortero.
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En este momento solo falta vigueta y bovedilla para el techo y ayuda con mano de obra para que también logren cumplir la meta de terminar la construcción en 50 días, así lo dio a conocer Erika Ortigoza, presidenta de la organización Invictus, una de las principales gestoras del material de construcción que se necesitará para el proyecto arquitectónico que también fue donado por un equipo de arquitectos.
“Necesitamos ayudantes de albañiles, estamos ofreciendo mil pesos por la ayuda, ahorita solo nos han buscado dos (…) estamos buscando también la donación de mano de obra de plomería, así que estamos trabajando a marchas forzadas”, declaró la animalista en entrevista para MILENIO.
Gregorio, el padre de familia de oficio albañil y a cargo de cuatro hijos y 10 perros rescatados de las calles, comenzará desde temprano con la reconstrucción, pero para lograr la meta trazada en tiempo y forma, necesitará ayuda. Y es que en este momento la familia se encuentra pernoctando en una casa ubicada a un costado de su predio, prestada por un ingeniero quien además les ha cedido una casa en obra negra para que los diez perros puedan descansar, así como para guardar el material de construcción donado, sumado a haber donado las ventanas que necesitará el proyecto arquitectónico.
“Tenemos que marcar una ruta crítica, marcar una planeación porque no se puede trabajar de otra manera, de horarios y compromisos para saber con qué se cuenta y con qué no, porque de que tenemos que lograrlo, tenemos que lograrlo”, dijo Ortigoza.
Y es que el proyecto donado por los arquitectos a la familia Hernández no solo contempla un espacio para sus seis integrantes humanos, sino para sus diez perros también, pues se propusieron aprovechar las medidas del terreno para que todos tuvieran un lugar de esparcimiento.
“Hemos contemplado en nuestro proyecto las ideas y necesidades que tenían para su vivienda, su visión a futuro, sus animales de compañía, número de habitantes, algunas de sus costumbres y cómo ellos habían imaginado su casa”, aclaró Alberto Alpízar, uno de los tres arquitectos detrás de la propuesta que ha comenzado a cimentar sus bases este lunes, quien también agradeció el apoyo comunitario de la ciudadanía y, a últimas fechas, hasta del gobernador del estado de Hidalgo, Omar Fayad.
“Creemos que una comunidad resiliente también está basada en su capacidad para reponerse ante adversidades no solo medioambientales y naturales. La empatía por quienes nos rodean, y creer que tenemos el deber de mejorar la calidad de vida de las personas y mejorar el entorno del ser vivo es lo que nos hace actuar para construir y ser parte de una sociedad que suma y da una mano cada vez que uno de sus integrantes ha tropezado”, concluyó.