Actuales estudios señalan una inmunidad a largo plazo frente al coronavirus

Investigaciones apuntan que las personas generan una fuerte respuesta inmune tras enfrentarse a la covid-19.

La falta de reinfectados durante la pandemia sugiere que se adquiere protección inmunológica .(EFE)
Ciudad de México /

Científicos inician ensayos para probar la vacuna contra la covid-19. Sin embargo, para algunos investigadores sigue latente la pregunta clave sobre cuánto durará la protección frente al coronavirus SARS-CoV-2 una vez superada la infección. Cada vez, nuevos estudios ofrecen una respuesta optimista a la interrogante.

Un conjunto de nuevos estudios, algunos de ellos aún por revisar, ha encontrado indicios de que las personas generan una fuerte respuesta inmune tras enfrentarse a la covid-19 que puede protegerlas de futuras infecciones, incluso en casos con síntomas leves. Con ello, el cuerpo tendría una memoria inmunológica para evitar la enfermedad de nuevo.

Así lo apunta la investigación, actualmente en revisión, dirigida por Marion Pepper, profesora de Inmunología en la Universidad de Washington, Estados Unidos. Los equipos hallaron que los pacientes recuperados tras presentar cuadros leves de la enfermedad desarrollaron anticuerpos específicos para el SARS-CoV-2, así como linfocitos T y B que no solo permanecieron, sino que en algunos casos aumentaron su número durante tres meses siguientes desde la aparición de los síntomas.

Investigadores han encontrado anticuerpos en la sangre capaces de incapacitar al coronavirus. (Shutterstock)

Los anticuerpos han sido el tema en las discusiones iniciales sobre la protección inmunológica frente al coronavirus SARS-CoV-2, ya que estos aparecen para combatir el virus una vez que se ha alojado en el organismo para luego desvanecerse. El hecho ha llevado a los investigadores a pensar que la inmunidad a la enfermedad covid-19 podría no sostenerse mucho tiempo.

Parecida a la investigación de Pepper, muchos de los recientes estudios también han descubierto anticuerpos en la sangre capaces de incapacitar al coronavirus meses después de que las personas se recuperaran de la enfermedad.

Sin embargo, las respuestas de los anticuerpos no han sido detectadas en todos los casos, especialmente en paciente que tuvieron síntomas más leves. Por ese motivo, hay dudas de si tal vez no todas las personas quedaban protegidas. Así, se han señalado los análisis de los linfocitos, sobre todo los de tipo T, los cuales podrían dar a los investigadores una percepción de la respuesta inmunitaria hacia el coronavirus, incluso cuando los niveles de anticuerpos disminuyeran hasta resultar prácticamente indetectables.

Estas células inmunes son pieza clave a la hora de lograr una protección frente una infección de largo plazo, por lo que la próxima vez que el virus entre en el organismo las células T lo reconocerán y desencadenarán una cascada de procesos para librarse del virus. De acuerdo con una declaración de Manuel Juan, jefe de servicio de inmunología del Hospital Clínic de Barcelona, a La Vanguardia, “el objetivo de la respuesta inmune es generar linfocitos T” haciendo referencia que, por esa razón, hay pacientes que “están inmunizados sin anticuerpos”.

Una investigación reveló la existencia de anticuerpos en pacientes recuperados (Shutterstock).

Por otro lado, la revista Cell publicó un estudio dirigido por Marcus Buggert, del Instituto Karolinska, Suecia, en el que señaló que el SARS-CoV-2 provoca respuestas de células T de memoria robustas, amplias y altamente funcionales. Los participantes mostraron linfocitos unos tres meses después de superar la enfermedad, incluso en ausencia de anticuerpos circulantes detectables específicos para el SARS-CoV-2. Por lo que estas células inmunes estarían en circulación listas para proteger a la persona volviera a encontrarse con el virus.

“Pocas personas se reinfectarían, pero debido a la memoria inmunológica (que consiste en células T y anticuerpos), nuestro cuerpo debería estar mejor armado para controlar rápidamente el virus. Esto debería dar lugar a apenas síntomas (o muy leves)”, expresó el investigador Marcus Buggert.

El estudio expuso que es posible que un grupo importante de la población podría encontrarse protegido sin haber pasado la enfermedad. Todo se debe a que entre el 20 por ciento y el 50 por ciento de las personas presenta linfocitos T reactivos frente al SARS-CoV-2 que parecen haber sido desarrollados tras tener un resfriado común —provocado también por un coronavirus—.

Sin embargo, no ha sido confirmado de manera rotunda porque los investigadores señalan que el sistema inmunológico es complicado y hasta que no haya pruebas sólidas es riesgoso sacar conclusiones precipitadas.

Si hay una memoria inmunológica a largo plazo el efecto de la vacuna servirá a largo plazo. (AP)

Lo mismo sucede con el pronóstico sobre su extensión temporal. “Todavía no sabemos cuánto durará esta respuesta, pero los estudios sobre el SARS han demostrado que las células T contra el virus pueden durar hasta 17 años después de la infección”, dice Buggert. Hasta el momento, los datos hacen referencia a los pocos meses, que es el tiempo que lleva el SARS-CoV-2 entre nosotros.

Los resultados obtenidos hasta ahora tienen implicaciones sobre utilidad de las vacunas, ya que si hay una memoria inmunológica a largo plazo el efecto de la vacuna servirá a largo plazo.

“Significa que las futuras vacunas deberían provocar una respuesta de anticuerpos y células T que sea al menos tan buena como la generada por una infección natural. Si las vacunas pueden lograr eso durante un período de tiempo más largo, es probable que sean efectivas contra la Covid-19 recurrente”, dice Marcus Buggert.

Sólo esperar a que pase más tiempo y continúen los estudios sobre cómo evolucionan los casos para confirmar o desmentir estas investigaciones.

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