Las caricaturas no son buenas para niños, pero psicóloga dice cuáles son las "menos peores"

Alejandra Zertuche, especialista en psicología infantil, explica a MILENIO qué tomar en cuenta antes de elegir la “caricatura ideal” para las y los niños.

Las caricaturas han sido tema de debate por los daños y beneficios que pueden aportar en la infancia | Freepik
Ciudad de México /

Las caricaturas con personajes inocentes, de colores llamativos e intérpretes de simpáticas melodías también pueden ser perjudiciales para las infancias. Pero en la era digital es casi imposible evitar que las niñas y los niños se expongan a estos contenidos.

“Si me dices: ‘¿Son beneficiosos?’. No”, afirma la psicóloga, Alejandra Zertuche Rodríguez.

Sin embargo, la especialista sabe que un gran número de madres y padres no pueden sólo apagar el televisor o el iPad para dedicar unos minutos a entretener a sus bebés. Ante ello, sólo queda buscar lo que resulte menos dañino: “Nada es beneficioso, pero (hay que optar por) lo más beneficioso que se pueda hacer”.

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¿Cuándo sí y cuándo no a las caricaturas?

Alejandra Zertuche se considera una de las pocas madres que evitan a toda costa el uso de pantallas  para la crianza de su hija, Alanna; tanto así que consiguió evitarlas en la etapa de los cero a los tres años. “Ahí me preguntarás si cuando tenga cuatro o cinco años lo logré”, cuenta entre risas a MILENIO.

"Pocoyó", "Caillou", "Peppa Pig" y "Dora la Exploradora" son algunos de los títulos que Google propone a quienes buscan “caricaturas para niños de 0 a 3 años”. Sin embargo, la mejor recomendación es que los bebés no vean ningún tipo de programas de televisión infantiles a esa edad.

La naturaleza hipnotizante de estos programas puede perjudicar a la neuroplasticidad, o sea, la capacidad de su sistema nervioso para adaptarse a nuevas experiencias, estímulos o lesiones. Y al ser “personitas” prácticamente nuevas, dicho proceso es mucho más prominente en sus primeros años de vida, de tal suerte que si la mayoría del tiempo lo transcurren frente a la televisión, se privan de interactuar y explorar el mundo real.

“Sí los entretienen… ¿Pero cómo va a aprender si no está experimentando nada? No están creando las conexiones neuronales (...) Pregúntate por qué los mismos que han inventado la tecnología no dejan que sus hijos tengan esa tecnología”.

“La cosa cambia” a partir de los tres años, pero no necesariamente para que papás, mamás o tutores bajen la guardia— pues, insiste Zertuche, lo ideal sería no permitir la exposición de las infancias a las caricaturas—.

Esencialmente, el cerebro de las y los niños se dedica a aprender con base en conexiones neuronales desde los tres hasta los siete años. O en otras palabras, al desconocer cuáles comportamientos son correctos y cuáles no, imitan y repiten lo que observan en su entorno: desde algo tan simple como la manera en cómo su madre mueve las manos al hablar, hasta los berrinches que Peppa Pig hace a su papá o la envidia que siente de su amiga, Zusy Oveja.

De hecho, la psicoterapeuta secundó las críticas a esta caricatura por promover malos comportamientos en las infancias: “Yo sí la he visto y, te digo, no es una buena caricatura porque la cerdita es grosera con papá, hace berrinches y grita”.

La caricatura, de Entertainment One, es una de las marcas de programas infantiles más populares del mundo. AFP
Así como Peppa Pig, existen decenas de caricaturas más que no favorecen al desarrollo infantil; razón por la cual resulta inviable catalogar y justificar cuáles serían las mejores y las peores. 
En su lugar, Zertuche puntualizó los factores que mamás y papás deben considerar al seleccionar los contenidos para sus hijas e hijos. Uno de ellos es cuidar que los programas no utilicen lenguaje o muestren comportamientos groseros, grotescos o agresivos, tales como gritos, berrinches, pataletas, golpes o mordidas. 
“Si (los personajes) son groseros ahí y no pasa nada, (los niños) dicen: ‘Si imito esta conducto, porque veo que así lo resolvió en la tele, pues la imito yo y no pasa nada’”.

¿Entonces qué tipo de mensajes o historias pueden consumir? Aquellas donde se inculque el amor, la amistad, el respeto y la empatía— por supuesto, aunado a todas las que vayan de acuerdo a los valores del hogar—.

También se recomiendan los contenidos interactivos y que promuevan la creatividad, interacción, razonamiento e imaginación, de tal modo que inviten a las y los pequeños a replicar esas acciones junto a sus mamás o papás, sin la necesidad de volver a ver el programa o incluso de pensar en ideas de entretenimiento “libres de pantallas”.

“Que vean este tipo de programas para que después (las niñas y los niños) quieran replicar y no les interese hipnotizarse más, sino que quieran buscar esa parte de imaginación y creatividad”.

Algunos programas que sí pueden beneficiar al desarrollo de la infancia—toda vez que se consuma entre media a una hora como máximo y que algunos tienen un plus por tratarse de shows con personas reales— son:

  • La casa de muñecas de Gabby
  • Blippi
  • Super Slick Slime Sam
  • Las pistas de Blue
  • Ms Rachel - Toddler Learning Videos
  • Charlie Villacolores
  • Camaleón y las ciencias naturales
  • Hugo la gran pregunta

Incluso, contrario a algunas opiniones donde se les desestima, la especialista también consideró convenientes a las caricaturas de “Pocoyó” y “Bluey”. De igual modo, “Daniel el Tigre”, “Little Angels”, “Puffin Rock” y “Little Pony” resultan opciones adecuadas para las infancias.

El dato...

¿Y "Cocomelon"?

El programa de la compañía ‘Treasure Studio’ fue blanco de controversia, especialmente en TikTok, por sobreestimular a las y los niños y generarles una especie de “adicción”.

Al respecto, Alejandra Zertuche coincidió que las series antiguas del canal sí promueven este fenómeno; no así en las más actuales, las cuales, además de fomentar el aprendizaje a un ritmo más tranquilo, también enseñan la parte emocional: “Les explican las emociones”.

¿Funcionan los formatos 'for kids'?

Más de un millón de niñas y niños de 4 a 12 años estuvieron expuestos a la televisión durante el primer trimestre del 2025 en México. En promedio, permanecían frente a ella 5 horas y 22 minutos, viendo telenovelas, contenidos de dramatizado unitario (como La Rosa de Guadalupe), cómicos y caricaturas— aunque todo el consumo de este último fue por programas de paga—.

"Cleo & Cuquín", "El Yate Titán", "Mickey Mouse Funhouse" y "Zouk" fueron algunas de las caricaturas con mayor audiencia infantil de ese periodo. Y cuando “no hay nada que ver” en la televisión, el ciberespacio entra en acción: Netflix con su propio catálogo infantil “cuidadosamente seleccionado” (Netflix Kids) y YouTube con una interfaz “segura” (YouTube Kids) para que las y los niños “puedan navegar por sí mismos de manera fácil y divertida”.

Pese a ello, la psicóloga recomendó no bajar la guardia: “El contenido no siempre está cuidado, sí llegan a salir cosas que no deben ver. (...) No puedes estar confiada al 100%”. Esto lo supo de sus propios pacientes:

“Aunque estén en YouTube Kids le siguen (deslizando) y le siguen y les sale la cabeza de un monstruo, que me hablaban los niños: ‘Es que tengo miedo del Huggy Wuggy’. Y yo dije: ‘¿Quién es ese?’ (...) Y agarré mi celular, lo busqué en YouTube Kids y sí sale. Entonces, sí hay contenido filtrado”, contó.

​ASG

  • Alejandra Sigala
  • Egresada de la UNAM. Te explico las tendencias en redes sociales y los temas que despiertan tu curiosidad en el día a día. Escucho, amo y a veces escribo sobre K-Pop. Me encanta bailar y los gatos.

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