¿Es bueno pausar una relación? Estos son puntos clave para un 'break' sano, según una psicóloga de parejas

Uno de los grandes debates entre fans de la serie Friends gira en torno al break que Rachel y Ross dieron a su noviazgo; y con la cual, él se justificó para tener sexo con otra mujer. Pero más allá de la discusión sobre cuál personaje tuvo la razón, el drama pone sobre la mesa el significado de los breaks o pausas en una relación de pareja.

¿Qué está permitido hacer en ese tiempo?, ¿Cuándo es conveniente tomarlos? o ¿Son en realidad un antesala a la ruptura definitiva? son algunas de las preguntas que la psicóloga de parejas, Isela Flores, respondió en entrevista a MILENIO. Todo ello partiendo de una premisa:

“Un break funciona cuando no es una ruptura disfrazada”.

¿Qué significa darse un break?

Flores explicó que los breaks, descansos o pausas deben tener un tiempo definido y un objetivo claro. En este periodo cada persona puede “ver su vida, sus deseos y su relación con una mayor perspectiva” para “tomar decisiones desde un lugar más claro y más honesto”.

“No es de ‘me voy porque ya no sé qué siento’. Más bien como ‘necesito espacio para escucharme, para regularme y para regresar’, si es que se toma esa decisión”, señaló. “Es muy importante la responsabilidad afectiva para que cada uno defina su propósito: ¿Seguir con esto? Si me quedo, ¿Cómo me quedo? Y si me voy, ¿Cómo me quiero ir?”.

​Reglas para un break sano

Distanciarse no significa que todo está perdido— o no de primera instancia—. De hecho, aseguró Flores, “una pausa puede ser profundamente beneficiosa cuando se usa bien”, incluso si deciden o no reanudar la relación. Es decir, cuando funciona como un espacio para que cada parte se reconecte consigo misma, regule sus emociones e identifique patrones.

Para lograrlo, la especialista sugirió construir ese break sano desde el momento en que la pareja comienza a considerarlo como una opción viable. ¿El primer paso? Tomar la decisión desde la consciencia y el acuerdo mutuo.

“Un break no se improvisa. Tiene que establecerse con muchísima claridad: definir para qué nos tomamos esa pausa (...), qué necesitamos revisar, qué queremos comprender que no estamos entendiendo”.

“No se trata de que tuviste un break y luego retomas donde te quedas. Porque, en ese caso… ¿Cuál es el sentido?”, señaló y reiteró. “Un break adquiere sentido o congruencia cuando sirve para actualizar los acuerdos de pareja. Una vez que revisaste las cosas, ahora (es decir): ‘¿Qué sigue?’, ‘¿Cuál es la novedad?, ‘¿En qué nos vamos a enfocar ahora?’

Relacionado con ello, subrayó la importancia de que esa pausa no se utilice para castigar o manipular a la otra persona, sino “para poder mirar la relación sin la reactividad”.

Los límites también son cruciales para evitar que el acuerdo esté lleno de incertidumbre e inseguridades. Algunas de las dudas a aclarar pueden ser: ¿Seguirán en contacto cotidiano?, ¿Continuarán como “amigos” en redes sociales?, ¿Se va a mantener la exclusividad o tendrán oportunidad de salir con otras personas?.

Por último, es fundamental que la pareja cierre con una conversación mucho más honesta sobre lo sucedido y lo aprendido. Esto independientemente de si ambas partes decidieron o no continuar la relación.

“Una pausa bien hecha puede permitirnos o puede permitir a las parejas elegirse de nuevo y no solo eso, sino que se elijan mejor. Y si la pausa muestra que el camino es distinto (...) también nos da la oportunidad de despedirse con mucha dignidad, conciencia, honestidad y con el amor que en algún momento los unió”.

¿Cómo saber si necesito un respiro de mi relación?

Aunque son variadas las causas por las cuales una pareja decide poner pausa a su relación, existen circunstancias que pueden ser señales de un descanso.

Una de ellas, enlistó la psicóloga, es cuando hay discusiones en ciclos. Es decir, las conversaciones giran sobre los mismos temas aún si se establecieron acuerdos.

Asimismo, los breaks pueden ser válidos si la persona necesita “tomarse un respiro” de la relación ya sea por asuntos que estén ocurriendo en ésta o en otros aspectos de su vida.

“Muchas veces ni siquiera es, en sí, tu relación de pareja, pero estás sobrecargado por otras cosas en tu propia vida: la escuela, el trabajo, la familia. Entonces eso también puede orillarse a tomar un espacio para reflexionar y buscar la manera de recalibrar esa parte”.

​​Incluso, Flores consideró que estos breaks podrían ser más fructíferos para las relaciones duraderas, debido a las diferentes etapas de vida en donde se pone a prueba la unión, la comunicación y la dinámica de pareja, tales como la llegada de los hijos, la vida laboral o la crianza.

“La vida tiene sus momentos de altas y bajas. Y en estos encontronazos, también nos descoloca de la relación o del lugar que tenemos en la pareja”.

En sí, atajó, estos “respiros” serán benéficos toda vez que se utilicen para reflexionar o llegar a nuevos acuerdos. De lo contrario, únicamente se limitan a ser métodos coercitivos que perjudican al vínculo.

ASG