La coordinadora hospitalaria de Donación de Órganos y Tejidos del Hospital General Regional No. 251, de la representación Estado de México Poniente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoara Lizbeth Valladares Jackson, informó que en la entidad se estima que alrededor de 5 mil personas forman parte de la lista de espera para poder obtener un órgano o tejido y así recuperar su calidad de vida.
En el marco del Día Nacional de la Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos, que se conmemora cada 26 de septiembre, la especialista informó que en todo el país, de acuerdo con estadísticas del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), se tiene una lista de espera aproximada a las 20 mil personas que requieren de un órgano o un tejido, incluyendo tanto a adultos como a jóvenes e infantes, un procedimiento que podría cambiar su calidad de vida o incluso salvárselas.
Edomex, con prácticamente 5 mil en lista de espera
De este total, refirió, se estima que alrededor de 5 mil mexiquenses conforman esta lista de espera, un número que cambia de manera constante, pues cada una de las unidades médicas que cuenta con la licencia respectiva para realizar este tipo de procedimientos va integrando su propia lista ante el Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), que es la máxima autoridad en la materia, siempre bajo la vigilancia de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
La especialista detalló que la mayor parte de las personas que se encuentran en la lista de espera a nivel nacional (con una tendencia similar en la entidad) requieren de un riñón, pues se estima que de las 20 mil personas, alrededor de 16 mil requieren de este órgano; le sigue un tejido como la córnea, con aproximadamente 3 mil 500 en lista de espera, también hay pacientes que requieren de hígado o corazón, que aunque sea un grupo menor en cantidad, su vida peligra en caso de no recibir un trasplante.
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La decisión es familiar
La donación es un acto voluntario, explicó, y “una conmemoración como ésta permite hablar sobre la importancia de la donación y sobre todo sensibilizar a las familias, ya que tendrán en sus manos la decisión de donar o no”.
“Si bien nosotros podemos expresar nuestra voluntad a través de la credencial de donador, o con la licencia para conducir, hay que recordar que estos documentos son simbólicos. Al final quien tiene la última palabra, efectivamente, es la familia”.
Ante esta realidad, en los hospitales del IMSS y en general en todos en los que existe el programa de donación de órganos, se cuenta con un grupo de profesionales de la salud que se acerca a las familias para su sensibilización, encontrando que hasta en 9 de cada 10 casos, la familia no conocía el deseo de su familiar de ser donante o no.
“De acuerdo a lo que nosotros hemos detectado, prácticamente 90 por ciento de las personas no menciona a sus seres queridos cuál era su deseo, de forma que para los familiares el momento de tomar la decisión es muy difícil y generalmente presentan una negativa de donación. Por eso es tan importante que, independientemente de que lo expresemos en nuestra credencial de donador o en nuestra licencia de conducir, nuestra familia sepa nuestra decisión”.
Principales obstáculos
Dentro de los principales obstáculos que dificultan esta decisión, explicó, sobresale lo que tiene que ver con factores religiosos, a pesar de que las distintas expresiones religiosas también han emitido sus posturas al respecto, avalando las donaciones de órganos y tejidos.
Al respecto, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) cuenta con el documento “Amar a nuestro prójimo hasta el fin”, que en años pasados fue presentado por la Comisión de Pastoral Familiar, firmada por el entonces obispo de Toluca y encargado del Departamento de Vida, Francisco Javier Chavolla Ramos.
En este documento se recuerdan las palabras del Papa Juan Pablo II, quien afirmó que “la donación de órganos realizada de una manera éticamente aceptable “es una forma de nutrir una genuina cultura de la vida”.
Además, añade, “los trasplantes son legítimos moralmente, por el principio de solidaridad y caridad que despliega entre los seres humanos”.
También se indica que el objetivo de la Iglesia es el bienestar integral de la persona, por ello se invita “a los feligreses y a las personas de buena voluntad, a afrontar el reto de vivir una solidaridad altruista, siendo donadores, especialmente cuando sus órganos ya no les serán necesarios después de la muerte”.
La especialista señaló que un principio básico en la procuración de los órganos y tejidos es el respeto del cuerpo de la persona donadora, los cirujanos son muy cuidadosos en las incisiones durante la cirugía, y en ningún momento el cuerpo se mutila ni desfigura. Los familiares pueden sentirse tranquilos de que recibirán el cuerpo de su ser querido en condiciones adecuadas para cualquier ceremonia.