La marihuana (como se le conoce a las hojas y flores de las plantas de cannabis) tiene más de 500 sustancias químicas, llamadas alcaloides, de las cuales la mayoría tiene efectos farmacológicos. De igual forma, cuenta con alrededor de 60 cannabinoides a las que también se les ha descubierto su efecto medicinal.
En México, la Cámara de Diputados aprobó el 13 de diciembre de 2016 su uso medicinal aunque su aplicación entró en vigor el pasado 13 de enero del presente año.
De las sustancias que contiene la mariguana, el cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabinol (THC) son las más importantes.
El CBD es una sustancia con poderosos efectos antiepilépticos, mientras que el THC es la sustancia responsable de los cambios en el comportamiento que ocurren después de fumarla o ingerirla.
Estudios farmacológicos que se han realizado en el país sobre la marihuana y sus usos medicinales, entre ellos el que aplicó el Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM, marcan que entre otros beneficios en su consumo con fines medicinales está su función antiinflamatoria, analgésica, de protección y reparación del tejido nervioso, anticonvulsivante y relajante muscular.
Asimismo, como antitumoral, antináusea y antivomitivo, antiespasmódico, estimulante del apetito, ansiolítico y antipsicótico, inductor del sueño, regulador de la inmunidad, antioxidante, preventivo de la recaída y del Síndrome de Abstinencia.
De igual forma, se considera el uso terapéutico de esta planta como un coadyuvante en el tratamiento de algunas patologías: glaucoma, artritis reumatoide, VIH, Alzheimer, asma, cáncer, dolores crónicos de difícil control, epilepsia, esclerosis múltiple, insomnio, náuseas, vómitos, anorexia, caquexia, acné, y Parkinson.
También en Síndrome de G. Tourette, autismo, Psoriaris, Enfermedad de Crohn y otras enfermedades intestinales inflamatorias; Síndrome de Estrés Postraumático, ansiedad, psicosis, adicción, insomnio, dolor crónico: neuropático, metastásico, inflamatorio; migraña, fibromialgia, Lupus, Poliartritis Reumatoide, diabetes tipo I, tiroiditis de Hashimoto, osteoporosis, efectos secundarios de la quimioterapia, acompañamiento de la radio y quimioterapia, estadios terminales; y glaucoma de ángulo abierto.
Finalmente, cabe aclarar que los especialistas han aceptado que no en todos los casos se logra el mismo grado de respuesta positiva.
mpl