El Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y Sida (Censida) analiza cómo ejercer los más de 116 millones de pesos que tenía contemplado destinar a las organizaciones civiles y así no perder el trabajo que realizaban en la prevención y atención de ésta y otras infecciones de transmisión sexual (ITS).
Durante el foro “El quehacer de las organizaciones de la sociedad civil en la atención y prevención del VIH-Sida” realizado esta semana en el Instituto Belisario Domínguez, el director de Prevención y Participación Social del Censida, Francisco Javier Arellano, indicó que toda vez que la circular número uno del Presidente de la República les impide continuar con la convocatoria a través de la cual asignaban recursos a las organizaciones civiles, analizan fortalecer los programas estatales para la prevención y atención de personas que viven con VIH.
Cabe recordar que el pasado 14 de febrero el presidente Andrés Manuel López Obrador instruyó al personal de su gabinete no transferir recursos públicos a las agrupaciones de la sociedad civil y desde entonces la Secretaría de Salud suspendió diversos procesos de financiamiento a programas que operan agrupaciones civiles, tales como la convocatoria de subsidios que impulsaba el Censida para las organizaciones dedicadas a la prevención y atención del VIH.
Durante el conversatorio, agrupaciones civiles, el oficial de VIH/Sida del Fondo de Población de Naciones Unidas en México y senadoras y senadores del grupo parlamentario del Partido Institucional Revolucionario coincidieron que la cancelación de la convocatoria tendría un efecto negativo sobre todo por las personas con VIH que no podrán ser identificadas de manera oportuna o recibir el acompañamiento que dan las organizaciones civiles, asimismo en grupos en situación de vulnerabilidad a la que el Estado no alcanza a dar servicios.
De acuerdo con Censida, hasta el año pasado 65 por ciento de las personas que se estima viven con VIH conocía su estado serológico, los esfuerzos por detectarlo han permitido que el diagnóstico tardío disminuya a 36 por ciento en mujeres y en hombres.
Sobre las aportaciones de las organizaciones de la sociedad civil para enfrentar la epidemia del VIH, el integrante de Censida reconoció la labor que realizan en la prestación de servicios a las poblaciones más desfavorecidas, el grado de especialización que han desarrollado y los esfuerzos por colocar en la agenda política un tema primordial como es la atención a este sector.
Javier Arrellano refirió que el recurso que se tenía previsto para las organizaciones civiles, cuyo monto asciende este año a 116 millones 525 mil 102 pesos, está disponible, por lo que analizan destinarlo a las secretarías estatales para fortalecer los programas de atención al VIH y de alguna manera garantizar la participación de la sociedad civil y la academia.
De acuerdo con un reporte de Censida, los estados con la mayor tasa de casos nuevos diagnosticados de VIH y sida el año pasado fueron Quintana Roo, Campeche, Veracruz, Tabasco y Yucatán y Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Morelos y Guerrero, respectivamente.
Solo el año pasado la convocatoria de Censida benefició a 98 organizaciones de la sociedad civil para apoyar 123 proyectos, relacionados con el fortalecimiento de centros comunitarios para la detección del VIH, sífilis y otras ITS, intervención integral, prevención de la transmisión vertical del VIH y mejoramiento de la calidad de vida de las personas con VIH.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, durante 2017 se detectaron 121 casos de sífilis congénita, 61 hombres (50.4 por ciento) y 60 mujeres (49.6 por ciento), 4 mil 703 casos de sífilis adquirida, 2 mil 891 hombres (61.5 por ciento) y mil 812 mujeres (38.5 por ciento).
En el caso de la gonorrea se detectaron 4 mil 344 casos: 2 mil 169 hombres (49.9 por ciento) y 2 mil 175 mujeres (50.1 por ciento).
En relación con el Virus del Papiloma Humano, en 2017 se reportaron 27 mil 610 nuevos casos, de éstos 95.9 por ciento fueron mujeres (26 mil 491). En ese mismo año la tasa de incidencia de casos nuevos de VPH fue de 1.86 por cada 100 mil hombres, mientras que la de mujeres fue de 41.86 por cada 100 mil mujeres.
Cabe destacar que muchas de las organizaciones que trabajan a favor de los derechos humanos de las personas con VIH/Sida están conformadas por personas diagnosticadas con el virus que se han organizado en asociaciones, organizaciones, fundaciones sin fines de lucro que hacen el trabajo que el Estado no ha hecho con esta población.