Eva Ramón, científica del IPN que lidera la lucha contra el VPH

Logro. Con un método antiguo y no invasivo, la doctora y su equipo eliminaron el virus en lesiones de bajo grado.

400 mujeres de Oaxaca y Veracruz participaron en la primera etapa del estudio. (Juan Carlos Bautista / Gráfico: MILENIO)
Alma Paola Wong
Ciudad de México /

En 2012 comenzó la odisea de la doctora Eva Ramón Gallegos para obtener apoyos y emprender una investigación que brinda esperanza en la lucha contra el virus del papiloma humano (VPH).

Organizaciones civiles de Oaxaca y Veracruz, así como instituciones de salud y educativas, como la nacional de Ciencias Biológicas de Instituto Politécnico Nacional (IPN), en Ciudad de México, confiaron en su proyecto, el cual arrojó resultados positivos en junio de 2018: la eliminación de 100 por ciento del VPH en 29 pacientes con lesiones premalignas o de bajo grado.

De un universo de 990 mujeres fueron seleccionadas 480 con diferentes tipos de infecciones en las tres entidades, pero en Ciudad de México solo permanecieron en tratamiento 29, a quienes se erradicó el virus con la terapia fotodinámica, una técnica no invasiva.

Un procedimiento antiguo, que consiste en aplicar en el cuello del útero un fármaco llamado ácido delta aminolevunílico, el cual después de cuatro horas se transforma en protoporrina IX –sustancia química fluorescente que se acumula en las células dañadas–, permite eliminarlas con un rayo láser especial al estar plenamente identificadas.

Alejandro Martínez, investigador del equipo, detalló que en una primera fase el tratamiento se aplicó en tres ocasiones con intervalos de hasta 48 horas, con tiempo de radiación acorde al tipo de lesión. A la par que se mantuvieron los estudios de diagnóstico.

“A las 29 pacientes solo se les extrajo una muestra de sangre para verificar ciertos genes y se verificó a aquellas que respondían a los tres, a los seis meses y aquellas que no”, resumió.

Lo importante, destacó Eva Ramón, es que permitió eliminar las células dañadas y no incidió sobre las estructuras sanas. Siempre y cuando se tratara de lesiones premalignas, ya que en el caso de lesiones de mayor grado, la eliminación fue parcial.

“Las pacientes, tras recibir el tratamiento, ya no presentaban el DNA virus cuando hicimos la búsqueda; esto es algo importante ya que el VPH es el principal agente del cáncer cervicouterino. Cuando el virus está asociado a lesiones premalignas, las mujeres quedan libres, pero en menor proporción, en 65 por ciento”, detalló.

La especialista recalcó que se trata de un proyecto piloto que requiere de un análisis más amplio de las proteínas que están presentes en diferentes fases del padecimiento. Además, dijo, se requiere emprender un muestreo más amplio para tratar a pacientes con lesiones mayores.

En el laboratorio de fisiología de Ciencias Biológicas del IPN, en Zacatenco, la doctora concentra la investigación de casi 20 años en torno a la terapia fotodinámica en distintas neoplasias (melanomas, cáncer de mama y cervicouterino).

Junto a su equipo, Eva anhela aumentar el alcance de la investigación y los apoyos, pues el cáncer cervicouterino es la segunda causa de muerte en la mujer.

EN CIFRAS

29 mujeres de Ciudad de México de las 480 seleccionadas de las tres entidades terminaron la terapia fotodinámica con resultados exitosos.

4 mil mujeres mueren cada año en el país por cáncer cervicouterino, lo que representa la segunda causa de decesos entre ese sector, según la Secretaría de Salud.

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