Tras la serie de incendios que han ocurrido en la zona del Amazonas, usuarios de redes sociales lanzaron el hashtag #PrayforAmazonas para generar conciencia sobre este desastre ambiental. Sin embargo, un estudio señala que para detener los efectos adversos del cambio climático, lo que en realidad deberíamos de hacer es dejar de comer carne.
De acuerdo con un informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), se debe cambiar radicalmente el sistema de producción y consumo de alimentos, pues la el uso del suelo agrícola y ganadero que hace la industria alimentaria tiene una gran incidencia en la crisis climática.
Más de 100 expertos grupo adscrito a la ONU han convocado a las naciones a lanzar políticos para transformar el sistema alimentario reduciendo radicalmente el consumo de carne y optando por alimentos a base de plantas.
"No queremos decirle a la gente qué comer, pero sería benéfico, tanto para el clima como para la salud de las personas, si la gente en países de primer mundo consumieran menos carne y si se crearan políticas que incentivaran esto", dijo a la revista Nature Hans-Otto Pörtner, vice presidente del grupo de científicos del IPCC.
El Amazonas y la deforestación
Respecto a los incendios que se han visto en el Amazonas, los expertos señalan que la deforestación de los bosques —actividad realizada para la tala de árboles como para tener campos de ganado— pone en peligro esta región. Esta actividad ha aumentado debido a las políticas del presidente de Brasil Jair Bolsonaro.
Esta práctica podría convertir a la selva del Amazonas en una especie de desierto, que actualmente funciona como uno de los grandes pulmones ante el calentamiento global.
Si éste desapareciera se podrían generar más de 50 mil millones de toneladas de dióxido de carbono en unos 30 o 50 años, expllicó el científico Carlos Nombre, de la Universidad de Sao Paulo.
¿Qué tanto contamina comer carne?
La quema de combustibles fósiles para generar energía y la contaminación por transporte son una de las prioridades de los Acuerdos de París. Sin embargo, la agricultura y la deforestación producen cerca de un cuarto de los gases invernaderos que generan el cambio climático, de acuerdo con el informe del IPCC.
Si nuestro estilo de consumo de carne empezara a cambiar, para 2050 se podría salvar varios millones de kilómetros cuadrados de terreno y reducir las emisiones de CO2 hasta por ocho mil millones toneladas.
"El mayor obstáculo al que nos enfrentamos es tratar de enseñar a 500 millones de granjeros en todo el mundo a rediseñar su modelo de agricultura para ser sensible con la geración de CO2", dice el informe.
lar