A escasos 10 metros del mirador de los cocodrilos se encuentra el de las iguanas, un paraje de la laguna del Carpintero que guarda su propia magia ante los ojos de visitantes nacionales y extranjeros que acuden a admirar a estos reptiles en su propio hábitat.
Vecinos emblemáticos de los cocodrilos, el iguanario forma parte de un proyecto encaminado a aprovechar las riquezas naturales de este vaso lacustre y con ello proteger el ecosistema de la zona.
Una mañana de diciembre del 2014, este lugar fue inaugurado por el entonces alcalde Gustavo Torres Salinas y desde entonces se convirtió en un nuevo atractivo para el turismo que llega al sur de Tamaulipas.
Ambientalistas afirman que esta especie puede convivir con todas las personas que la visitan sin representar un peligro para nadie. Aunque Juancho es el consentido, las iguanas también tienen su público.
Hay iguanas de piel rayada, en tonos verdes, cafés, grises y amarillos, así como coroneles con tal semblante que atraen la mirada de quienes acuden a admirarlos.
Estos reptiles al igual que los saurios, son parientes de aquellos dinosaurios que habitaron el planeta hace millones de años. Además de ser una especie visualmente atractiva para el turismo, también se encuentra dentro de la Norma Ambiental 059 de la Semarnat 2010, que pone a la iguana bajo el esquema de protección especial, menciona el director de Cobea Tamaulipas, Guillermo Ruiz Ramirez.
Señala que este reptil normalmente tiene un verde brillante con algunas bandas transversales oscuras en la cola, unas patas muy cortas y cinco dedos en cada pie, acabados en garras muy afiladas.
Mientras que su cola es larga y delgada, bordeada por unas afiladas escamas dorsales que son lo suficientemente gruesas como para cubrirse del agua. Quizá su característica física más notable es la piel suelta que le cuelga por el cuello.
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Pasan la mayor parte del tiempo asoleándose que comiendo; esta conducta tiene dos principales razones, la primera es para calentar su cuerpo y obtener la temperatura óptima que le permite mejorar la digestión del alimento y evitar posibles infecciones.
También es por la radiación solar que contiene la luz ultravioleta que reacciona químicamente con la piel de la iguana y produce vitamina D3, que en cantidades adecuadas les ayuda a mantener sus huesos sanos y al mejor funcionamiento de sus riñones, hígados y órganos reproductores.
Además de observar a las iguanas en su hábitat, también es común apreciarlas en el perímetro de la laguna del Carpintero y en algunos de los jardines de los hogares de la zona conurbada, comenta Ruiz Ramírez.
Su tamaño la hace diferente a cualquier especie, ya que un macho puede llegar a medir dos metros desde la cabeza a la cola, cuya afilada punta le sirve como mecanismo de defensa contra los depredadores.
De acuerdo con el especialista, la dimensión de las iguanas va en relación con las condiciones del medio ambiente y entre más húmedo sea este, más grande será la iguana. Para los machos esto puede hacer la diferencia, pues los mayores son los dominantes.
Durante todas las épocas del año y a pesar de la pandemia de covid-19, el iguanario reúne diariamente decenas de visitantes que gustan de la práctica no recomendada de alimentar esta fauna, que en su mayoría es vegetariana.
Iguanas, vecinos de un depredador
El activista ambiental Ruiz Ramírez menciona que estos animales llegan a convivir muy de cerca con un gran depredador como es el cocodrilo de la laguna del Carpintero, pero es poco común que el Juancho se incline a alimentarse de iguanas, pues son sumamente veloces.
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Aunque sí llegan a ser visitadas en este vaso lacustre por otros depredadores como es el caso del coyote, mapache y las aves rapaces; incluso cuando son muy pequeñas, los tordos pueden llegar a comérselas tanto a ellas como a los huevos, lo que impide que la especie siga creciendo favorablemente.
Comenta que otro depredador importante es el perro doméstico que de repente se adentra a esta parte del ecosistema, ocasionando una baja en la población e inclusive en las casas cercanas se pueden ver a estos reptiles en los árboles, llegando a ser cazadas por gatos.
Sin olvidar al ser humano que las atrapa tanto para consumo o venta ilegal, ya que pueden convertirse en mascotas muy exóticas, a pesar de encontrarse vigilada por la NOM 059.
“Es importante que no fomentemos su compra-venta, ya que la Iguana Verde es de los animales que más se trafican en el mercado ilegal de especies exóticas en nuestro país y es muy común ver que están siendo vendidos como mascotas. Es ilegal y para nada se recomienda, ya que tienen una gran función en el ecosistema”, subraya Ruiz Ramírez.
El día que llovieron iguanas en la laguna del Carpintero
Un suceso que llamó fuertemente la atención de propios y extraños, fue el día en que las iguanas se congelaron, a consecuencia de las temperaturas menores a 5°C que produjo el frente frío número 23 en febrero de este año.
De los árboles caían iguanas, cuyos cuerpos sucumbían ante el frío imperante en esos momentos, siendo rescatadas por protectores de animales pertenecientes al Grupo Cobea, cuyo conocimiento y experiencia permitió salvarles la vida.
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El líder de ese organismo no gubernamental recuerda que en el perímetro de la laguna del Carpintero se pudieron encontrar estos reptiles tirados en el suelo, inmóviles y entumecidos del cuerpo, debido a la falta del calor del sol.
“Se presentaron unos frentes fríos muy repentinos y ante estos cambios bruscos de temperatura por debajo de los 5 grados, la iguana se entume y empiezan a caer congeladas y es más factible que los depredadores o los mismos humanos aprovechen para llevárselas o simplemente se lastimen por caer en el pavimento”.
Por ello se puso en marcha esa ocasión un plan de rescate conjunto con la Profepa, Protección Animal y Ecología de Tampico a fin de darles resguardo, en tanto lograban su recuperación y retorno a su hábitat.
En esas fechas, se presentó en Florida una situación similar debido a las condiciones climáticas que también afectan a las tortugas marinas, inmovilizándolas cuando baja la temperatura.
ICGC