Un incendio forestal en el norte de California, que ahora es el tercero más grande en la historia del estado, se había quemado durante semanas, principalmente en áreas silvestres remotas con poca gente, antes de que los vientos cambiantes y la vegetación seca impulsaran su crecimiento explosivo y devastaran la comunidad montañosa de Greenville.
Ahora la ciudad está en cenizas después de que un clima caluroso, seco y racheado provocó el fuego en la comunidad. El incendio incineró gran parte del centro de la ciudad, que incluía edificios de madera de más de un siglo de antigüedad.
Las ráfagas fueron tan fuertes que arrancaron árboles, dijeron los bomberos.
Eva Gorman ha sido residente de Greenville durante 17 años le dijo a Associated Press que fue amor a primera vista cuando su esposo y ella compraron la casa donde criaron a su hijo.
“Caminamos hasta el frente de la casa y dijimos 'Oh, vaya, esto es'”, dijo, Gorman ."¿Sabes cuando te cruzas con algo que te queda como un zapato o un guante viejo?".
Antes de huir de Greenville, Gorman dijo que logró tomar fotos de la pared, sus joyas favoritas y documentos importantes. Ella está aceptando la realidad de que gran parte de lo que quedó atrás puede ser irremplazable.
Se esperaba que los vientos se calmaran y cambiaran de dirección de cara al fin de semana. Pero esa buena noticia llegó demasiado tarde para Gorman. Le dijeron que su casa se incendió, pero está esperando hasta que pueda verla con sus propios ojos para creer que se ha ido.
El incendio de Dixie, llamado así por la carretera donde comenzó, todavía estaba furioso el viernes después de crecer durante la noche 285 kilómetros cuadrados, mayor que el tamaño de la ciudad de Nueva York.
mg