En medio de la escalada de amenazas que sufre el océano, como la contaminación plástica, el calentamiento global y la sobrepesca, el proyecto Pristine Seas de National Geographic lanzó The Global Expedition, una misión de cinco años en la que los expertos explorarán el Pacífico tropical remoto, con la misión de apoyar las iniciativas de preservación locales en el ecosistema oceánico más diverso del mundo, bajo los cimientos de su legado como impulsores de 26 áreas marinas protegidas en todo el mundo, sumado a la creación de más de 250 estudios científicos y más de 30 películas documentales.
“La salud del Pacífico tropical es una necesidad esencial para las personas que viven allí y para cada uno de los que habitamos el planeta, porque el océano es un elemento clave de nuestro sistema de soporte vital”, explicó Enric Sala, explorador residente de National Geographic y fundador de Pristine Seas.
El equipo de Pristine Seas de National Geographic trabajará a bordo de su buque E/V Argo, en colaboración con los gobiernos y comunidades de las islas del Pacífico central y occidental, los pueblos indígenas y locales, y científicos marinos locales; juntos buscan estudiar, documentar e identificar el potencial de ampliar las protecciones en aguas que son decisivas para la supervivencia de lo que estos países llaman el Continente del Pacífico Azul.
En última instancia, esperan poder fundamentar el establecimiento de nuevas áreas marinas protegidas, con planes de administración y financiamiento sostenibles en cada una de ellas. El éxito de la misión es esencial para dar lugar a una iniciativa más amplia de lucha contra el calentamiento global, la inseguridad alimentaria y la pérdida de naturaleza protegiendo el 30 por ciento del planeta para el año 2030.
“Por eso esta misión es una oportunidad que nos llena de entusiasmo, ya que permitirá restaurar la vida marina y generar más beneficios en las comunidades y economías locales. Emprendemos esta aventura con esperanza porque hemos sido testigos de la increíble capacidad de la vida oceánica de sanarse: si tan solo le diéramos al océano lugar para ello”.
La expedición fue lanzada desde Papeete, Tahití, el pasado 24 de mayo; el barco Argo cuenta con un sumergible de tres asientos, el DeepSee, que puede realizar inmersiones más profundas que la altura de la torre Eiffel, 300 metros. Sus cámaras de caída, cámaras empotradas en esferas de vidrio que viajan seis kilómetros por debajo de la superficie, y que funcionan como sondas espaciales de profundidad. Además, poseen el BoxFish Luna, un robot operado remotamente, puede explorar las aguas intermedias.
Actualmente, Pristine Seas dirige el Argo a las naciones de las islas del Pacífico central y occidental, una región equivalente a tres veces el tamaño de los Estados Unidos que sustenta a la biodiversidad más grande de la Tierra. La primera etapa de esta operación cubrirá 6 mil 400 kilómetros sólo en 2023, y explorará el océano desde la superficie hasta unos 6 mil metros de profundidad en las aguas, llegando a distancias nunca antes sondeadas por el hombre.
Durante el primer año de la Global Expedition, Pristine Seas responde a invitaciones para colaborar con los gobiernos y las comunidades en las Espóradas Ecuatoriales del sur en Kiribati; Tongareva, Islas Cook; Niue; Estados Federados de Micronesia, y Palaos, con el fin de ayudarlos a establecer áreas marinas protegidas y apoyar su uso sostenible.
Pristine Seas ha desplegado su sumergible y su BoxFish en 40 sitios de todo el mundo y trabaja desde la superficie adentrándose en las profundidades de las aguas, algunas de las cuales nunca han sido exploradas por los humanos.
También han revelado el poder que tienen las áreas totalmente protegidas de restaurar la merma de peces, arrecifes de coral y bosques de alga: beneficios que también respaldan la salud de aguas adyacentes que son esenciales para la pesca y las economías turísticas locales. La evidencia ya ha inspirado la creación de 26 áreas marinas protegidas que abarcan más de 6.5 millones de kilómetros cuadrados, un área equivalente a dos tercios, el tamaño de Estados Unidos.
Trabajo con comunidades locales
Pristine Seas ha trabajado con comunidades locales e indígenas en todo el mundo, brindando apoyo a sus visiones de conservación y ayudando a los pescadores locales a proteger sus aguas para las próximas generaciones. Por ejemplo, el equipo se encuentra trabajando con los inuit y las primeras naciones en el Ártico y subártico canadiense, en apoyo a sus iniciativas para crear áreas marinas protegidas en las comunidades indígenas.
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También trabaja con el pueblo kawésqar, en el sur de Chile, para proteger sus fiordos vírgenes de la destrucción y la contaminación generada por las granjas industriales de salmón. Por otra parte, el equipo tiene previsto promover una red de administradores y profesionales de áreas marinas protegidas para facilitar y alentar el intercambio de experiencias, desafíos y éxitos entre las comunidades, los expertos y los científicos.
Su colaboración con las comunidades indígenas y locales continuará en su expedición por el Pacífico. Ya han trabajado en la región con las islas Pitcairn, Kiribati, Niue y Palaos.
“Todos los días, nuestro equipo mostrará al mundo la impresionante belleza de este universo acuático, al tiempo que proporcionará evidencia científica que demuestra el valor para los pueblos y el planeta de proteger áreas tan claves en el Pacífico tropical.
“Como científicos y narradores que hemos dedicado casi dos décadas a redefinir nuestra comprensión de los ambientes oceánicos sanos, nos entusiasma trabajar con las comunidades de las islas del Pacífico y aprender de ellas, que han mantenido estas aguas por miles de años”, dijo Sala.
Viaje en el tiempo por los mares antiguos
National Geographic sostuvo que Pristine Seas ha redefinido el conocimiento de la vida en los mares gracias a los años que dedicó a enviar a sus buzos, sumergibles y cámaras en las aguas profundas libres del impacto humano.
Enric Sala lo describió como una forma de viaje en el tiempo, ya que proporciona evidencias de cómo se veía todo antes de que los seres humanos interactuaran con los ecosistemas marinos, desde los tiburones y los meros hasta la combinación de bacterias microscópicas y algas en el agua. Estas observaciones han aportado un punto de partida científico para el uso estratégico de las áreas marinas protegidas con el fin de revivir y aumentar la productividad y resiliencia de nuestro océano.
Entre los notables hallazgos a cargo del equipo de Pristine Seas se destaca el hecho de que los tiburones y otros superdepredadores, que ni siquiera habían sido mencionados en la literatura científica académica con relación al bienestar los arrecifes, son esenciales para la supervivencia de los arrecifes.
Los estudios que llevó a cabo Pristine Seas han documentado de qué manera su voraz apetito genera una renovación constante de la vida, lo que se llama “pirámide de biomasa invertida”, que hace que los arrecifes se mantengan resistentes a factores de estrés como los eventos de blanqueamiento del coral que provoca el calentamiento global.
“Los estudios científicos anteriores omitieron el importantísimo rol de los tiburones porque el trabajo se hizo en áreas de fácil acceso que habían sido degradadas o estado expuestas a la sobrepesca.
“Eliminamos este sesgo adentrándonos en regiones remotas como las Espóradas Ecuatoriales del sur o la isla Salas y Gómez en Chile y mostrando cómo funciona un ambiente oceánico verdaderamente inmaculado y sano”, agregó Alan Friedlander, director científico de Pristine Seas.
Su trabajo también ha puesto de manifiesto el poder de las áreas totalmente protegidas, donde la pesca está prohibida, para acercar este pasado al presente. Han documentado que las poblaciones de peces en estas zonas pueden aumentar rápidamente un 500 por ciento o más en un período de cinco a 10 años. Sus estudios revelan cómo esta recuperación activa una “cascada” de impactos ecológicos beneficiosos que restaura la complejidad de todo el ecosistema. Estos beneficios no se observan en áreas parcialmente protegidas que permiten la pesca comercial.
Sin embargo, el trabajo de Pristine Seas ha demostrado que las áreas totalmente protegidas aumentan de manera significativa la salud de los hábitats pesqueros locales que son esenciales para la seguridad alimentaria, mientras que también contribuyen a la generación de empleos e ingresos por medio del ecoturismo.
Actualmente, el equipo analiza de qué manera la recuperación de tiburones y otros peces depredadores en un área protegida de las Espóradas Ecuatoriales del sur permitió la rápida recuperación de los arrecifes después de un acontecimiento de calentamiento del océano sin precedentes y devastador como fue El Niño en 2016, en comparación con los arrecifes de áreas no protegidas que no se recuperaron.
Asimismo, la investigación de Pristine Seas fue la primera dentro de la ciencia académica que mostró que la cantidad de carbono liberado del fondo marino cada año debido al arrastre de red de los “pesqueros de fondo” equivale a la cantidad generada por la industria aeronáutica. Con este hallazgo, ahora existe la posibilidad de generar incentivos financieros vía mercados de carbono que promoverían su uso restringido.
“Estamos ansiosos por conocer a los pueblos de las islas del Pacífico y compartir con ellos todo lo que hemos aprendido. Son descendientes de pueblos que navegaban frecuentemente por miles de millas de océanos en una época en la que gran parte del resto del mundo era apenas un territorio abandonado. Además, suman siglos de experiencia en el uso de las reservas marinas y los cierres de pesca para mantener el buen estado de los mares”, agregó Friedlander.
Al igual que con las exploraciones anteriores, Pristine Seas invitó a todos para que se suban a bordo de este viaje. La tripulación está formada por cineastas y narradores de National Geographic, que han producido varios documentales de enorme prestigio. La próxima misión presentará nuevas capacidades de transmisión de video, audio y datos en vivo, que permitirá acceso en tiempo real y sin precedentes a la cautivante exploración del océano y a ciencia de vanguardia. La Global Expedition será una plataforma para que las comunidades locales den a conocer sus historias a todo el mundo.
LP