PTAR de Conagua, sin beneficiar a campesinos por priorizar intereses

Campesinos de la región Tula se sienten molestos por retiro de nutrientes de agua

Planta Tratadora de Aguas Residuales (PTAR) de la Comisión Nacional del Agua. (Francisco Villeda)
Francisco Villeda
Pachuca /

La Planta Tratadora de Aguas Residuales (PTAR) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), es un proyecto que se alejó de su propósito original por múltiples intereses y terminó retirando los nutrientes al agua residual, lo que ha causado molestia entre los campesinos.

Lo anterior lo consideró Carlos Paillés Bouchez, titular del Fideicomiso de Infraestructura Ambiental de los Valles de Hidalgo (FIAVIH), instancia especializada en la construcción de plantas para el tratamiento de agua residual y su aprovechamiento en otros campos.


Señaló que para la construcción de sus plantas emplea una técnica que recurre a bacterias, y eso hace eficiente el tratamiento de las aguas residuales, por lo que para su reaprovechamiento en el ámbito agrícola son una buena opción.

“Las plantas tratadoras como las que construyó en Tepeji el Fideicomiso, son una mejor alternativa”, y en este sentido, dijo que “cuando se construyó la macroplanta de Conagua nos pidieron que hiciéramos cinco plantas que llegaran a funcionar, para que en base a esas experiencias se aplicaran a la macroplanta”, que se construyó entre las comunidades San José y San Antonio, en Atotonilco de Tula.

No obstante, Paillés Bouchez dijo que “desafortunadamente hubo muchos intereses y muchas irresponsabilidades, y a algún genio se le ocurrió que lo mejor era usar el gas metano para producir electricidad”.

Propuesta que no funcionó pues, explicó el titular de FIAVIH, “cuando lo terminaron solo produjeron la tercera parte de la electricidad que necesitaban, pero en cambio le retiraron los nutrientes al agua”.

Dijo que sí hay casos de éxito, “hay más de 600 experiencias mundiales de plantas para reuso agrícola, y reteniendo los nutrientes, que es lo que vale”, y ejemplificó que “en Acoculco se lograron obtener 11 toneladas de maíz por hectárea, por riego, por goteo, con aguas residuales”.

El éxito para esa producción, acotó, es porque no se retiró “ni el fosforo, ni el nitrógeno, ni el potasio; y la macroplanta retira más de la mitad de esos nutrientes, y luego pretendían colocarlos en lodos y vendérsela a los ejidatarios, que fue un error garrafal, y obviamente los campesinos prefieren las aguas negras”.

El especialista en plantas de tratamiento de agua residual señaló que las decisiones aplicadas en la PTAR fueron erróneas y derivaron en un mal proyecto, por múltiples intereses.

“Hubo una desafortunada decisión al respecto, al grado de que el que fue director del proyecto por parte de Conagua se negó a venir, cuando al director de Conagua se le pidió que viniera a la planta, se subió a su carro y se fue a otro lado, no quiso hacerse presente aquí, porque hubo muchos intereses por el que el proyecto original fue modificado”, concluyó.