En la bahía de Cabo San Lucas yacen bajo el mar más de 500 llantas, ocho automóviles, decenas de estructuras de fierro, tubos de PVC y otros restos de basura que el huracán Odila en 2014 y la tormenta tropical Lidia en 2017 arrastraron hasta el fondo marino de ese destino turístico internacional. Por lo que este año la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en coordinación con la asociación de buzos del lugar, el municipio y la Secretaría de Marina llevan a cabo un ambicioso programa de limpieza para extraer esa basura antes de que comience su degradación.
"El problema más grande fue el arrastre por las lluvias de la basura que se encontraba en los cauces, tanto en las calles como en arroyos por la invasión de la gente; nos arrastró basura muy grande, incluyendo autos, llantas, refrigeradores, estufas, tanques de gas, animales (...) Todavía queda bastante basura, hemos sacado algunos automóviles, pero todavía nos quedan varios en el arroyo de Salto Seco", señaló Miguel Alighieri, instructor de buceo y presidente ejecutivo del Consejo Asesor del Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) Cabo San Lucas.
Esta bahía es uno de los mayores atractivos de Los Cabos, el cuarto destino turístico más visitado en el país; en 2018 recibió 142 mil 835 turistas extranjeros. Este sitio, emblemático por el famoso Arco de Cabo San Lucas, es una área protegida federal, también considerada Patrimonio Natural por la Unesco. En época de lluvias, el arroyo Salto Seco desemboca sus aguas en la bahía, por lo que durante los pasados fenómenos meteorológicos que han azotado a Baja California Sur arrastraron hacia el mar la basura de los habitantes que habitan cuenca arriba.
"Esta problemática de la acumulación de desechos sólidos, tanto en la playa como en el fondo marino, se da en este sitio donde las tormentas tropicales y huracanes nos azotan cada temporada, cada año (...) Nuestro esfuerzo se ha enfocado principalmente en las playas del Médano, las conocidas aquí como Ocho cascadas y Hacienda; hemos estado recolectando todo tipo de plástico, es el desecho más abundante, también hay llantas, fierros, tubos de PVC", destacó María Josué Navarro Sánchez, subdirectora encargada del APFF Cabo San Lucas.
A mediados de febrero de este año, los buzos y autoridades intensificaron el programa de limpieza del fondo marino y playa, que llevan a cabo cada domingo hasta lograr extraer toda la basura al finalizar este mes; sin embargo, aún analizan si sacarán los vehículos, debido a las dificultades que conlleva y que requiere maquinaria especial, aunque aseguran que no representan un foco de contaminación.
"Después de haber hecho una visita a las partes donde se encuentran los automóviles, prácticamente no. Muchos de los carros eran nuevos, algunos no tenían motores y muchos de ellos inclusive ahorita ya son arrecifes para mucha vida marina", dijo Alighieri.
—¿Van a sacarlos?
—Es probable que no sea necesario porque no se encuentran a flor de agua, en la superficie, se encuentran entre 10 y 30 metros, no hay problema para las embarcaciones. Tenemos un cálculo de unos ocho automóviles.
El experto explicó que durante una primera etapa se identificaron cinco puntos donde se concentran grandes cantidades de basura; las llantas y fierros yacen "a 5 y 10 metros y otras están más profundo, porque la bahía es como una olla".
“Más de 30 buzos y embarcaciones de diferentes compañías nos están apoyando para sacar lo que queda de la tormenta tropical Lidia, que también trajo mucha lluvia, que fue la última tormenta, tenemos gran cantidad todavía de llantas, estimamos entre 500 y mil todavía debajo del agua”, dijo Alighieri.
Navarro indicó que durante la primera jornada del año, realizada el pasado 17 de febrero, lograron extraer 19 neumáticos y alrededor de 70 botes de plástico y latas de aluminio, así como piezas de fierro y PVC.
URGENTE LIMPIAR
La funcionaria de la Conanp destacó la coordinación lograda entre el gobierno federal, municipal y la Asociación de Buzos de Los Cabos para extraer la basura antes de que comience a degradarse o sea arrastrada por las mismas corrientes marinas a otros sitios de la bahía, "depositaria de arrecifes rocosos".
"Hay muchos animales que confunden estas partículas y pueden comerlas, ahorita actualmente está muy verificado que dentro del tracto digestivo de peces, aves y hasta de mamíferos han encontrado pedazos de plástico. Sí hay repercusión en eso, por eso la importancia de conservar limpio nuestro ecosistema, no tanto por la actividad escénica turística, sino por los daños colaterales que pueden traer a nuestros objetos de conservación en el área", resaltó.
Asimismo, Navarro dejó en claro que aunque logren limpiar el fondo marino, la problemática no termina ahí, porque "el asunto inicia cuenca arriba, desde las casas, de estos sitios que son considerados por cierta parte de la ciudadanía como tiraderos, que son los arroyos".
Explicó que al tratarse de un lugar donde llueve poco y no hay ríos, el cauce de los arroyos se mantiene seco la mayor parte del año, pero cuando llegan las tormentas "vienen estas avenidas muy fuertes que acarrean esa agua hacia el mar".
Aseguró que la Coordinación Municipal de Playas y Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), la Secretaría de Marina, la Administración Portuaria Integral, la capitanía de puerto y la Conanp están concentrando sus esfuerzos en sensibilizar y concientizar a la ciudadanía de Cabo San Lucas acerca de la problemática que surge cuenca arriba y que no solo afecta la vida marina, sino a toda la población.
"Gran parte de la ciudadanía en Cabo San Lucas depende del área natural protegida, porque es la que da sustento económico a toda la vasta población de Los Cabos".