En el Alto Golfo de California, sobreviven entre 10 y 13 ejemplares de vaquita marina, con una o dos crías, arrojó el crucero de investigación 2023 que se llevó a cabo del 10 al 26 de mayo, en una colaboración entre la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas de México (Conanp) y la asociación Sea Shepherd, con apoyo logístico de la Armada de México.
Tras las observaciones realizadas, las autoridades mexicanas anunciaron que se aumentará el polígono de la Zona de Cero Tolerancia, además de que se prevé aumentar el hincado de bloques de concreto con ganchos, que han permitido mantener la zona libre de redes.
“Estimamos que dentro del área observada, vimos de una a 10 crías, con un 10 por ciento de posibilidades de que existan tres; estimamos que dentro del área observada, el promedio medio de la cantidad de vaquitas vistas en total, fue 16 avistamientos, que fue un 10.6 con una posibilidad de 76 por ciento de que existan entre ocho y 13, y el 65 por ciento de la confianza del experto de que eran por lo menos 10. Estos resultados son muy similares a lo que observamos en el 2019 y el 2021”, anunció la doctora Barbara Taylor, líder del observatorio científico de la vaquita marina 2023, en conferencia de prensa.
Explicó que entre 1997 y el 2008 las vaquitas pasaron de 600 ejemplares a menos de 200, debido a que mueren atrapadas en las redes de pesca; en esa época “la pérdida de esas 400 vaquitas resultó principalmente por pesca de camarón, tiburones y mantarrayas para el mercado de Estados Unidos”; pero entre el 2008 y el 2015 se reinició la pesca ilegal de la totoaba, lo que hizo que la tasa de declive de la especie pasara de ocho a 45 por cierto al año. En 1997, se habían observado 567 vaquitas; en 2008 reportaron 245; en 2015 avistaron 59, y en 2015 fueron 30.
Dado que la búsqueda fue en una pequeña porción del área histórica de distribución de la vaquita, la estimación de 10 a 13 individuos se considera el número mínimo de vaquitas que quedan en la población actual. Este cálculo es aproximadamente el mismo que el de octubre de 2021, resaltaron.
Para la búsqueda de estas pequeñas marsopas se utilizaron detectores acústicos para determinar dónde se encontraban las vaquitas en las horas previas a la búsqueda de animales en el mar. Los 17 días de búsqueda visual, entre el 10 y el 26 de mayo de 2023, se centraron en las aguas de la Zona de Tolerancia Cero (ZTA) y sus alrededores, conocida por ser el reducto de las últimas vaquitas marinas.
El equipo logró obtener 61 detecciones acústicas y 16 avistamientos. Utilizando un método llamado Elicitación de Expertos, por el que estimaron que los avistamientos incluyeron una a dos crías y que había un 76 por ciento de probabilidad de que el número total de animales avistados, incluidas las crías, estuviera entre 10 y 13 individuos.
Bárbara Taylor destacó que también resultó alentador, que durante esta observación no se encontraron redes de pesca, gracias a que en agosto pasado la Armada de México colocó 193 bloques de concreto con varillas de tres metros de altura terminadas en ganchos, diseñados para atrapar redes de enmalle.
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“Lo que realmente nos ha llenado de optimismo fue que no encontramos una sola red de pesca dentro de la Zona de Cero Tolerancia. Durante nuestro crucero de observación en el 2022 había 117 pangas dentro de la Zona de Cero Tolerancia con suficiente red para recorrer la zona cinco veces”, destacó.
Por su parte, el titular de la Conanp, Adán Peña, destacó que de acuerdo con los resultados del crucero, “hoy mismo arrancamos los trabajos para proponer la ampliación del polígono de la Zona de Cero Tolerancia”, por lo que dicha ampliación también será dialogada con las comunidades locales y pescadores; además, dijo que debido a los buenos resultados de los bloques de concreto en la zona, también se determina ampliar su colocación, para continuar la disuasión de la pesca ilegal.
LP