México, sin lineamiento ni información sobre pacientes con hepatitis grave: especialista

El pediatra Gerardo López Pérez indicó que no han recibido, hasta el momento, cuáles son los mecanismos para diagnosticar y manejar adecuadamente a un menor con dicha enfermedad.

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Blanca Valadez
Ciudad de México /

México carece de lineamientos en el manejo del paciente pediátrico sospechoso de hepatitis aguda grave, y que establezcan, por ejemplo, a qué unidades médicas se deben enviar a los pacientes, cuáles son los laboratorios autorizados para hacer los paneles virales y la metodología de seguimiento para evitar brotes de contagios y, sobre todo, que el hígado llegue a un deterioro fulminante, aseguró Gerardo López Pérez, coordinador del Comité de Actividades Editoriales de la Academia Mexicana de Pediatría.

Si bien, explicó el alergólogo e infectólogo pediatra, la Dirección General de Epidemiología (DGE) publicó ayer un listado de criterios operacionales internacionales, como usar guantes y algunos datos de sospecha, los especialistas “no hemos recibido, hasta el momento, cuáles son los mecanismos para diagnosticar y manejar adecuadamente a un menor” con dicha afección viral de etiología aún desconocida, aunque, algunos consideran que está asociada con las mutaciones del SARS-Cov-2.

La alerta se lanzó hace 45 días en Reino Unido y en otros países de Europa con mínima o nula prevalencia de hepatitis A, B, C, D y E, y lo grave es que ya se demostró, explicó en entrevista con MILENIO, que este tipo de afección hepática se propaga rápidamente, ya está en más 26 países, y es fecha que las autoridades sanitarias de México no informan a la comunidad médica. ¿Qué debemos hacer? ¿Cómo vincularse con las autoridades locales y federales?”, siguen “manejando discursos triunfalistas de que se controló la pandemia” y la burocracia de llenados de casos sospechosos.

“¿Cuál es el mecanismo que nos va a facilitar la confirmación de un diagnóstico?, Yo, hasta el momento, no lo sé. Tampoco sabemos si hay un mecanismo de control y supervisión oficial para evitar que un caso genere un brote epidemiológico”.

Para el especialista, la DGE solo publicó recomendaciones internacionales, que los expertos, saben se deben aplicar, como usar equipo de protección personal, guantes y lavarse las manos, y también algunas definiciones operativas, como considerar la edad y las enzimas elevadas del paciente, pero “ignoramos cómo vamos a evitar que falle la cadena de diagnóstico certero que facilite el seguimiento y establezca el grado de riesgo ya que muchos niños nacieron con problemas inmunitarios o se encuentran bajo riesgo por la mala nutrición”, detalló.

En caso de llegarle un caso, dijo, “lo voy a mandar a un laboratorio privado, ¿y qué pasará con los que acudirán a los centros de salud y, por falta de recursos, acudan a un laboratorio sin equipo adecuado? Evidentemente, “no encontraron nada” o tal vez sugieran que es hepatitis A y B, las cuales, bajo tratamiento y cuidados, no son mortales.

Las infecciones de hígado ocasionadas por virus son relativamente frecuentes en México, sobre todo, la A y B, por estar asociadas con condiciones de insalubridad, es decir, manejo inadecuado de excretas, agua potable contaminada y poca higiene personal.

“Hay otros tipos de virus que son más crónicas y dejan secuelas a largo plazo, pero su prevalencia es muy baja. En este caso estamos ante una hepatitis aguda grave fulminante y lo preocupante es que la alarma epidemiológica la lanzó Inglaterra y otros países europeos con mínimos casos de hepatitis tradicional. Esto es lo que le da una condición de alerta y de que debemos prepararnos, ahora, para evitar decesos, contagios, brotes epidemiológicos.
“Hay teorías de que la infección en el hígado está ligada al virus Sars-Cov-2, otras de que se trata de una variante del mismo virus y, por ello, los niños responden de manera agresiva, afectando ahora al hígado. Seguramente las respuestas a las preguntas tardarán, en tanto, se estarán evaluando.
“Tratan de asociarlo con adenovirus que afectan, principalmente, las vías respiratorias, las mucosas y son frecuentes en la infancia generando cuadros de faringitis, conjuntivitis o diarreicos. Son muy raros los adenovirus que afectan al hígado. Hay muchos tipos de adenovirus que son potencialmente controlables y la persona para eliminarlo con su sistema inmunológico”.

Indicó que las complicaciones del covid a largo plazo, sumadas a sustancias tóxicas y a la contaminación, también son vías de investigación.

“Hay niños con comorbilidades y enfermedades que los ha debilitado. Uso de medicamentos a la ligera, mala nutrición, obesidad, sobrepeso y desnutrición. ¿Porqué es tan alarmante? Porque inflama al hígado, un órgano vital. Se deteriora totalmente el hígado, tan es así que muchos casos han requerido de trasplantes hepático. Alarma que el hígado se destruye, queda inservible y la evolución fulminante no se observa en la gran mayoría de las hepatitis que conocemos de manera tradicional. Ese es el motivo de alarma”.

La alarma en México es mayúscula, dijo el director general de Asistencia Pediátrica Integral (API), ante los niveles de obesidad y sobrepeso, desnutrición.

“Por eso, en este momento, las declaraciones triunfalistas es lo peor, nos pueden hacer daño una condición de holgura de la población de qué todo está resuelto y eso no es cierto”, aclaró.


“Esa declaraciones de quitarse el cubrebocas y vamos a juntarnos todos, hace mucho daño. Hay que aprender. Seguir usando cubrebocas, higiene de manos, adecuado manejo de excretas, evitar propagación por comer en la calle, compartir alimentos. Exijamos agua potable. En problema no se acabó”.


EHR

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